Cuando los funcionarios de la administración Trump anunciaron que el acuerdo de TikTok en EE. UU. era inminente, hicieron hincapié en que el acuerdo pondría el algoritmo de la popular aplicación de redes sociales completamente bajo el control de EE. UU.
"Esto va a ser operado por Estados Unidos en todo momento", dijo el presidente Donald Trump después de firmar la orden ejecutiva para autorizar un acuerdo de TikTok en Estados Unidos y dar a las partes 120 días para cerrarlo.
Una ley promulgada el año pasado prohibía el control de TikTok por parte de un adversario extranjero —en este caso, la empresa china ByteDance— por motivos de seguridad nacional. La legislación china impedía a ByteDance vender el famoso y opaco algoritmo de TikTok, lo que planteaba dudas sobre cómo se gestionaría el control de este algoritmo, que ByteDance actualiza con frecuencia, en la nueva empresa. Según funcionarios de la Casa Blanca, la nueva empresa conjunta tendrá el control total sobre la copia del algoritmo de TikTok EE. UU. y pagará a ByteDance una cuota de licencia.
El código fuente y el algoritmo, así como las prácticas comerciales de TikTok y ByteDance, han sido objeto de críticas a lo largo de los años, con pruebas de vigilancia de periodistas y colusión de aplicaciones, en las que TikTok eludió pedir permiso a los usuarios para recopilar datos y los buscó a través de otras aplicaciones.
Luego se produjo la supresión de contenidos sobre Hong Kong, la plaza de Tiananmen, Taiwán y la persecución por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) de minorías como los practicantes de Falun Gong y los musulmanes uigures, temas que el régimen comunista chino es conocido por censurar. El PCCh es conocido por llevar a cabo campañas de desinformación contra los estadounidenses a través de las redes sociales mediante el Grupo de Trabajo del Proyecto Especial 912 de su agencia de espionaje, que promueve contenidos incendiarios para sembrar la división.
TikTok se ha disculpado por algunos de estos casos, atribuyendo algunos de ellos a errores humanos.
A los funcionarios estadounidenses también les preocupa la cantidad desconocida de datos que las empresas confirmaron que se enviaron a China para que los empleados de ByteDance trabajaran en ellos, aunque esos datos se almacenaran finalmente en servidores de Oracle en territorio estadounidense.
Y las familias han dado la alarma sobre lo perjudiciales que son los algoritmos de las redes sociales, que han costado vidas.
Ahora, el acuerdo ofrece la oportunidad de eliminar la influencia china de la popular aplicación de video, y los responsables políticos y defensores esperan que suponga un cambio significativo.
"La desinversión pone el funcionamiento de los algoritmos y el código, así como las decisiones de moderación de contenidos, bajo el control de la nueva empresa conjunta", afirma la orden ejecutiva de Trump.
También incluye "una intensa supervisión de las actualizaciones de software, los algoritmos y los flujos de datos" por parte de Oracle y "exige que todos los modelos de recomendación, incluidos los algoritmos, que utilicen datos de usuarios de Estados Unidos sean reentrenados y supervisados por esos socios de seguridad de confianza".
Sin embargo, volver a entrenar el algoritmo existente con datos de usuarios estadounidenses no es suficiente, afirma Sherry Yin, que dirige una plataforma de video con la misión de anteponer la humanidad a la tecnología. Yin es la directora ejecutiva de GanJingWorld (GJW), una plataforma de video que, según ella, está deliberadamente diseñada para no ser "adictiva", imitando una biblioteca que permite a las personas dirigir sus propios recorridos de contenido en lugar de un algoritmo destinado a aumentar el tiempo de pantalla.
Yin señala una directiva de 2021 emitida por la Administración del Ciberespacio del régimen chino que exige que las "actividades de recomendación algorítmica" de los productos y servicios de Internet "promuevan los valores socialistas fundamentales" y salvaguarden los intereses del PCCh.
TikTok está prohibida en China, donde ByteDance gestiona la aplicación de video Douyin, exclusiva para ese país. La nueva norma exigía a las empresas que registraran sus algoritmos de recomendación en la agencia, y Douyin fue una de las primeras en aparecer en la lista.
"El socialismo, el ateísmo, el comunismo y la crítica a la cultura estadounidense están arraigados en la ideología estatal china: rechaza la fe tradicional y los marcos morales tal y como se entienden en Occidente, se erige como rival de los "valores occidentales" y se aplica mediante un estricto control y censura estatales", explicó Yin a The Epoch Times.
"¿Sería suficiente volver a entrenar el mismo algoritmo con datos diferentes? Mi respuesta es no".
Yin afirmó que la plataforma se diseñó no solo para maximizar la participación y el tiempo de visualización, sino también para cumplir los objetivos del PCCh, además de estar "moldeada por los valores socialistas".
Tras las recientes negociaciones en Madrid, el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, declaró a los periodistas que los negociadores chinos estaban muy interesados en mantener las "características chinas" de la aplicación, un término que los funcionarios del PCCh suelen utilizar para referirse a la versión del marxismo del régimen.
Matthew Bergman, fundador del Social Media Victims Law Center, afirma que reeducar el algoritmo con datos estadounidenses no tiene sentido si no se modifican también los algoritmos que enviaron a los adolescentes videos que les animan a participar en retos peligrosos e incluso mortales, como atragantarse, surfear en el metro e ingerir drogas.
"Es un peligro para la salud pública y un peligro claro y presente para la juventud estadounidense... hasta que no se modifiquen esos algoritmos, no importa quién sea su propietario", declaró Bergman a The Epoch Times. "Dejen de enviar videos suicidas a los niños".
En los tres años transcurridos desde la fundación de su bufete de abogados, Bergman ha representado a miles de padres cuyos hijos fallecieron o sufrieron abusos psicológicos, físicos o sexuales a manos de depredadores que, supuestamente, fueron facilitados por estas aplicaciones. Entre sus clientes se encuentran cientos de familias que demandaron a TikTok por daños y perjuicios.
Bergman afirma que el acuerdo que permite la propiedad estadounidense de la aplicación es un paso positivo por razones de seguridad nacional, y que las preocupaciones sobre el control chino no son infundadas.
Señala el hecho de que TikTok está prohibido en China, y que la aplicación Douyin, aprobada por el Estado, que sigue siendo muy popular con 746 millones de usuarios mensuales, es una aplicación que promueve contenidos educativos y tiene límites de tiempo de pantalla incorporados.
Se trata deliberadamente de una plataforma completamente diferente, y mucho más segura, afirmó Bergman.
Durante la firma de la orden ejecutiva, Trump afirmó que confiaba en que la nueva empresa estaba en buenas manos, concretamente en las de estadounidenses patriotas que "no quieren que ocurra nada parecido [a la influencia extranjera]".
El presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el PCCh, el representante John Moolenaar (R-Mich.), dijo el 26 de septiembre que ya solicitó al poder ejecutivo una sesión informativa sobre el acuerdo y que su comité ejercería la supervisión.
"ByteDance ha demostrado una y otra vez que es un mal actor, y el objetivo final del Partido Comunista Chino es ver a Estados Unidos dividido y debilitado", dijo Moolenaar, señalando que la propiedad mayoritaria estadounidense de la nueva empresa por sí sola no satisfaría completamente la ley, cuyo objetivo es eliminar todo control del régimen chino sobre la aplicación.
"Espero recibir a los dirigentes de la nueva entidad TikTok en una audiencia del Comité Especial el año que viene", declaró Moolenaar.
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