El FBI identificó al sospechoso de un violento ataque en Boulder, Colorado, como Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, quien presuntamente utilizó un lanzallamas y un artefacto incendiario para atacar a manifestantes proisraelíes en el centro de Boulder el domingo, hiriendo al menos a ocho personas.
Soliman fue ingresado en la cárcel del condado de Boulder. Se le impuso una fianza de 10 millones de dólares por delitos graves, entre ellos el uso de artefactos incendiarios.
La Casa Blanca dijo que Soliman es un inmigrante ilegal que sobrepasó el plazo de su visado.
"La Administración Biden concedió al extranjero un visado y, cuando lo sobrepasó ilegalmente, le concedió un permiso de trabajo", dijo Stephen Miller, subjefe de gabinete de la Casa Blanca para Política y asesor de Seguridad Nacional, en un posteo en la red social X.
"No más inmigración hostil. Manténganlos fuera y envíenlos de vuelta", añadió.
"Este ataque se produjo durante un acto pacífico que se celebraba semanalmente", declaró un portavoz del FBI en una rueda de prensa, en referencia a una manifestación del grupo "Run for Their Lives", que reclama la liberación de los rehenes que siguen en poder del grupo terrorista Hamás.
El portavoz dijo que el sospechoso "utilizó un lanzallamas improvisado y arrojó un artefacto incendiario a la multitud", y se le oyó gritar "Palestina libre" durante el ataque.
"Como resultado de estos hechos preliminares, está claro que se trata de un acto de violencia selectivo y el FBI lo está investigando como un acto de terrorismo", declaró el portavoz.
Ocho víctimas, de entre 52 y 88 años, fueron hospitalizadas y sus heridas van de graves a leves, según las autoridades. Varias manzanas del centro de Boulder siguen cerradas y están siendo registradas por el escuadrón antibombas y unidades K-9, según las autoridades locales.
El fiscal general de Colorado, Phil Weiser, calificó el ataque como un crimen de odio.
"La gente puede tener opiniones diferentes sobre los acontecimientos mundiales y el conflicto entre Israel y Hamás, pero la violencia nunca es la respuesta para resolver las diferencias", dijo Weiser. "Todos tenemos derecho a reunirnos pacíficamente y libertad para expresar nuestras opiniones. Pero estos actos violentos —cada vez más frecuentes, descarados y cercanos— deben cesar y quienes cometen estos actos horribles deben rendir cuentas plenamente".
El jefe de la policía de Boulder, Stephen Redfern, explicó a los periodistas durante una rueda de prensa que alrededor de la 1:26 p.m. hora local, comenzaron a recibirse llamadas "indicando que había un hombre con un arma y que estaban prendiendo fuego a personas".
"Cuando llegamos, nos encontramos con múltiples víctimas que estaban heridas, con lesiones consistentes en quemaduras y otras lesiones", dijo.
Redfern indicó que varias personas que se encontraban en el lugar señalaron al sospechoso a los agentes y que este fue trasladado al hospital "con algunas heridas leves también".
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