Lenny Wilkens falleció el domingo a los 88 años. Fue uno de los mejores jugadores y entrenadores de la historia de la NBA y fue incluido en el Salón de la Fama del Baloncesto Profesional en tres ocasiones diferentes.
El comisionado de la liga, Adam Silver, emitió un comunicado sobre el fallecimiento de Wilkens en el que destacó sus numerosas contribuciones al baloncesto y su impacto tanto dentro como fuera de la cancha.
"Lenny Wilkens representaba lo mejor de la NBA: como jugador del Salón de la Fama, entrenador del Salón de la Fama y uno de los embajadores más respetados de este deporte", dijo Silver. "Tanto es así que, hace cuatro años, Lenny recibió la distinción única de ser nombrado uno de los 75 mejores jugadores y uno de los 15 mejores entrenadores de todos los tiempos de la liga".
"Pero aún más impresionante que los logros de Lenny en el baloncesto, que incluyen dos medallas de oro olímpicas y un campeonato de la NBA, fue su compromiso con el servicio, especialmente en su querida comunidad de Seattle, donde hay una estatua en su honor.
Influyó en la vida de innumerables jóvenes, así como en generaciones de jugadores y entrenadores que consideraban a Lenny no solo un gran compañero de equipo o entrenador, sino también un mentor extraordinario que lideraba con integridad y verdadera clase". escribió Silver.
Como mencionó Silver, Wilkens es la única persona seleccionada como uno de los 75 mejores jugadores de la historia de la liga y como uno de los 15 mejores entrenadores de la historia de la NBA. Esos honores le fueron otorgados durante la temporada del 75.º aniversario de la liga en 2021-2022.
Como jugador, Wilkens fue nueve veces All-Star en cuatro equipos durante una carrera que abarcó de 1960 a 1975. Casualmente, formó parte de la misma promoción del draft que los iconos Oscar Robertson y Jerry West, por lo que Wilkens fue a menudo pasado por alto durante su carrera. Pero pocos eran mejores que él en la posición de base. Cuando se retiró tras la temporada 1974-1975, Wilkens era el segundo jugador con más asistencias de la historia de la liga, solo por detrás de Robertson.
A lo largo de su carrera, Wilkens, nacido en Brooklyn, promedió 16.5 puntos, 6.7 asistencias y 4.7 rebotes. Cincuenta años después de su último partido, Wilkens sigue siendo uno de los 20 jugadores que han conseguido al menos 17,000 puntos, 7000 asistencias y 5000 rebotes en su carrera.
Wilkens fue también uno de los últimos jugadores-entrenadores, ya que comenzó su carrera en el banquillo en 1969 con los Seattle SuperSonics. Consiguió ser aún más prolífico como entrenador que como jugador, ya que ganó su primer campeonato de la NBA como entrenador jefe de Seattle en 1979, fue nombrado Entrenador del Año de la NBA con los Atlanta Hawks en 1994 y fue seleccionado cuatro veces para ser entrenador jefe en el All-Star Game de la NBA.
Wilkens dirigió desde la banda a seis equipos diferentes durante una carrera como entrenador que se extendió desde 1969 hasta 2005. Su mandato concluyó con los New York Knicks, el equipo de su ciudad natal, pero no sin antes dejar su huella en los libros récords de entrenadores. Durante la temporada 1994-1995, mientras estaba en Atlanta, Wilkens estableció el récord de más victorias de un entrenador jefe en la historia de la NBA.
Cuando se retiró una década más tarde, contaba con 1332 victorias, una marca que actualmente ocupa el tercer lugar en la historia de la liga, solo por detrás de Gregg Popovich (1390) y Don Nelson (1335). Las 2487 partidas que Wilkens ha entrenado siguen siendo la cifra más alta de todos los tiempos, al igual que sus 1155 derrotas como entrenador jefe.
Gracias a su probada capacidad para sacar lo mejor de los jugadores que entrenaba, Wilkens fue seleccionado para ser asistente en el cuerpo técnico del equipo olímpico de Estados Unidos de 1992, también conocido como "The Dream Team". Con ese equipo consiguió su primera medalla de oro y, cuatro años más tarde, Wilkens fue nombrado entrenador jefe del equipo olímpico estadounidense de 1996. Ganaría su segunda medalla de oro con ese equipo, que se sumaría a su palmarés en el baloncesto.
Gracias a sus hazañas como jugador, Wilkens fue incluido en el Salón de la Fama en 1989 y, nueve años más tarde, volvió a ser consagrado como entrenador. Luego, en 2010, el Dream Team fue incluido en el Salón de la Fama, incluyendo a Wilkens como asistente, lo que le convirtió en tres veces miembro del Salón de la Fama. Wilkens, que jugó al baloncesto universitario en Providence, donde fue All-American, así como MVP de la NIT en 1960, también tuvo el honor de ser uno de los primeros miembros del Salón de la Fama del Baloncesto Universitario.
Una de las últimas apariciones públicas de Wilkens tuvo lugar en junio de 2025 en su ciudad adoptiva, Seattle, donde pasó cuatro años como jugador, tres de ellos como jugador-entrenador, y otros ocho como entrenador jefe. Se le honró con una estatua de bronce de 317 kg situada en el exterior del Climate Pledge Arena, anteriormente conocido como KeyArena y sede de los SuperSonics.
El Seattle Storm de la WNBA, que es el único equipo de baloncesto profesional que juega actualmente en el estadio, fue el que entregó la estatua a Wilkens, y es la primera y única estatua fuera del recinto. Sobre este honor, Wilkens simplemente declaró: "He sido bendecido. Seré el primero en decirlo".
