China lleva años comprando armas rusas en secreto en una movida que apunta a acelerar su preparación militar para una posible invasión a Taiwán. Documentos filtrados revelan que Moscú y Beijing profundizan su alianza estratégica mientras EE.UU. advierte de una amenaza cada vez más urgente.
Nueve aviones de guerra chinos y rusos ingresaron sin aviso a la zona aérea de seguridad de Corea del Sur, obligando a Seúl a desplegar cazas en una tensa maniobra que reaviva el riesgo de incidentes en el Pacífico. Beijing dice que era una patrulla “de rutina”, pero el mensaje geopolítico es claro.
Y analistas advierten que quien controle la Luna controlará el espacio y, por extensión, la Tierra, mientras China acelera planes de minería lunar y una base permanente en el satélite para 2030.
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