El alcalde de una localidad de Jalisco fue detenido en relación con una investigación estancada sobre un presunto campo de entrenamiento de un cártel de la droga, donde el pasado mes de septiembre se encontraron restos humanos y ropa.
Durante una conferencia de prensa el 5 de mayo, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, dijo que la Fiscalía General de la República (FGR) daría detalles sobre la detención de José Ascensión Murguía Santiago, alcalde de Teuchitlán.
El Cartel Jalisco Nueva Generación, un violento grupo de narcotraficantes, ha sido acusado por las autoridades mexicanas de operar el Rancho Izaguirre, en el estado de Jalisco, para entrenar a nuevos hombres armados.
Murguía fue detenido el 3 de mayo en el marco de una investigación de la Fiscalía General por presuntas omisiones o complicidad de las autoridades locales con el Cartel Jalisco Nueva Generación, según informó una fuente federal a la agencia de noticias AFP el 3 de mayo.
En marzo, familiares que buscaban a sus seres desaparecidos recibieron información de una fuente anónima sobre el lugar y se dirigieron al rancho, donde informaron de que habían encontrado fragmentos óseos y cientos de prendas de ropa. Muchos afirmaron que el rancho podría haber sido un lugar de exterminio masivo.
Sin embargo, el fiscal general Alejandro Gertz Manero declaró a los medios de comunicación el mes pasado que no podía confirmar que hubiera restos humanos en el lugar, aparte del cadáver encontrado allí por los soldados de la Guardia Nacional el pasado mes de septiembre.
También dijo que la Comisión Estatal de Derechos Humanos había informado oficialmente a las autoridades locales sobre el rancho en 2021, pero no se tomó ninguna medida.
Según la fiscalía del estado de Jalisco en ese momento, las autoridades detuvieron a 10 personas, liberaron a dos rehenes y descubrieron un cadáver, y describieron el rancho como un centro de entrenamiento de los cárteles.
Los investigadores, armados con una retroexcavadora, perros y dispositivos para registrar el terreno, acudieron al rancho para investigar, pero la operación se estancó sin explicación alguna.
Tras recibir la denuncia anónima, el grupo Guerreros de Búsqueda de Jalisco visitó en marzo el rancho de Teuchitlán, situado a unos 60 kilómetros de Guadalajara, para buscar a miembros desaparecidos de la comunidad, según informaron los medios de comunicación. Los secuestros siguen siendo un problema en México debido a la violencia y la delincuencia de los cárteles, y muchas personas desaparecen o son halladas muertas.
El grupo afirmó haber encontrado mochilas, docenas de zapatos, montones de ropa y lo que parecían fragmentos de huesos humanos. Los inquietantes hallazgos provocaron indignación en México, lo que llevó al Gobierno federal mexicano a involucrarse en la investigación.
Tras la presión pública, la fiscalía del estado de Jalisco accedió a publicar en Internet fotos de los zapatos y otras prendas de ropa encontradas en el rancho para que las familias que buscan a sus familiares puedan verlas. Manero dijo que las pruebas también se pondrán a disposición de los familiares.
Sin embargo, los miembros de los Guerreros de Búsqueda de Jalisco han expresado su decepción por las declaraciones públicas y la respuesta de Manero, afirmando que tenían pruebas suficientes de que los cadáveres fueron quemados en el lugar.
Un miembro del grupo, Raúl Servín, también dijo a finales de abril que una compatriota del grupo, María del Carmen Morales, había sido asesinada tras su descubrimiento en marzo.
El descubrimiento se produjo cuando el presidente Donald Trump intensificó la presión sobre México al designar a varias organizaciones criminales mexicanas como grupos terroristas, al tiempo que imponía aranceles en un esfuerzo por asegurar la frontera sur de Estados Unidos y contrarrestar el tráfico de fentanilo.
En febrero, el Departamento de Estado de EE. UU. designó a los cárteles de Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, Golfo, Unidos y Noreste, así como a La Nueva Familia Michoacana, como organizaciones terroristas extranjeras y terroristas globales especialmente designados.
Los analistas políticos de EE. UU. han afirmado que los cárteles operan como un gobierno en la sombra dentro de México, lo que dificulta su desmantelamiento.
Trump ofreció recientemente enviar soldados estadounidenses a México para ayudar a combatir los cárteles de la droga, una oferta que Sheinbaum rechazó el 3 de mayo.
La presidenta mexicana dijo que estaba dispuesta a colaborar con Trump para combatir los cárteles, pero se negó a permitir la presencia de soldados estadounidenses en territorio mexicano.
Con información de Associated Press.
