La fiscal general de los Estados Unidos, Pam Bondi, anunció el 26 de septiembre el despliegue de agentes del Departamento de Justicia (DOJ) en las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) tras el tiroteo del 24 de septiembre en una instalación del ICE en Dallas, que se saldó con la muerte de un detenido.
Bondi declaró en X que ordenó el despliegue de agentes del DOJ en las instalaciones del ICE para proteger al personal federal y les dio instrucciones de arrestar a cualquier persona que haya participado en delitos federales.
La fiscal general dijo que se ordenó a los Grupos de Trabajo Conjuntos contra el Terrorismo del DOJ que investiguen a quienes se descubra que participan en "actos de terrorismo interno", como actos repetidos de violencia y obstrucción contra agentes federales.
El Departamento de Justicia aplicará "los cargos más graves disponibles" contra los implicados en dichos delitos, añadió Bondi.
"He sido testigo de la continua oleada de violencia perpetrada contra los agentes del ICE en todo nuestro país. El Departamento de Justicia no se quedará de brazos cruzados ante tal ilegalidad", afirmó.
Bondi señaló que también ordenó a las fuerzas del orden que intensifiquen sus esfuerzos para detener, procesar y deportar a los inmigrantes ilegales en todo el país.
El despliegue del Departamento de Justicia se produce tras el incidente del 24 de septiembre en Dallas, cuando un francotirador abrió fuego desde un tejado cercano a una oficina local del ICE, matando a un detenido e hiriendo a otros dos. El tirador fue encontrado muerto más tarde por un disparo autoinfligido. Ningún agente de las fuerzas del orden resultó herido en el tiroteo.
El director del FBI, Kash Patel, dijo el 24 de septiembre que las fuerzas del orden recuperaron un casquillo sin usar grabado con un mensaje "anti-ICE" tras el tiroteo.
Dos días después del tiroteo de Dallas, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dijo que más de 200 alborotadores bloquearon el acceso a una puerta frente a un centro de procesamiento del ICE en Broadview, Illinois, mientras que otras docenas se agolpaban en otra puerta, coreando "Arresten al ICE, disparen al ICE".
El DHS afirmó que los alborotadores llevaron fuegos artificiales, mascarillas N-95, máscaras antigás, gafas protectoras, equipo de protección y grandes cantidades de comida y agua. Las fuerzas del orden también confiscaron un arma a uno de los alborotadores que fue detenido.
"Los hombres y mujeres del ICE son padres y madres, hijos e hijas", declaró la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, el 24 de septiembre. "La violencia y la deshumanización de estos hombres y mujeres que simplemente hacen cumplir la ley deben terminar".
El DHS declaró que las agresiones a los agentes del ICE aumentaron más de un 1000 % este año. El 25 de agosto, se denunció una amenaza de bomba en unas instalaciones del ICE en Dallas cuando un hombre desconocido, identificado como Bratton Dean Wilkinson, se presentó en la entrada afirmando que llevaba una bomba en su mochila. Las autoridades detuvieron posteriormente al ciudadano estadounidense de 36 años.
Con información de Jack Phillips.
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