El hombre acusado de lanzar cócteles Molotov contra personas que se manifestaban en solidaridad con los rehenes israelíes en Pearl Street, en Boulder (Colorado), el 1 de junio, fue acusado el jueves de 118 cargos.
La Fiscalía del Condado de Boulder acusó a Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, de intento de asesinato con intención de indiferencia extrema, agresión, uso de un artefacto incendiario, crueldad con animales y otros delitos, según documentos judiciales.
Las autoridades del condado de Boulder dijeron que al menos 15 personas, de entre 25 y 88 años, resultaron heridas después de que Soliman supuestamente utilizara un lanzallamas improvisado y lanzara artefactos incendiarios contra la gente. El ataque también hirió a un perro.
El fiscal del condado de Boulder, Michael Dougherty, dijo que Soliman podría enfrentarse a hasta 672 años de prisión si es declarado culpable de los cargos de intento de asesinato. Esto no incluye las condenas relacionadas con los cargos de agresión y uso de artefactos incendiarios.
"Lo que diré es que los cargos reflejan las pruebas que tenemos sobre este horrible ataque que tuvo lugar y la gravedad del mismo", dijo Dougherty en una rueda de prensa tras la audiencia judicial del jueves.
Además de los cargos estatales, Soliman fue acusado de un delito federal de odio en relación con el incidente, que el Departamento de Justicia ha descrito como un "ataque terrorista antisemita".
El ciudadano egipcio presuntamente gritó "Palestina libre" mientras lanzaba cócteles Molotov contra los participantes en una manifestación el 1 de junio, causando quemaduras a ocho personas, según una declaración jurada del FBI. El FBI afirmó que Soliman había planeado el ataque durante más de un año, presuntamente esperando a que su hija se graduara para llevarlo a cabo.
La policía local descubrió durante su detención un recipiente de plástico con 14 cócteles Molotov sin usar y un pulverizador de mochila, que se cree que había sido modificado para convertirlo en un lanzallamas improvisado.
Según la declaración jurada, Soliman dijo a la policía que "quería matar a todos los sionistas" y que "deseaba que todos estuvieran muertos". El sospechoso no mostró ningún remordimiento y afirmó que volvería a cometer el ataque.
El juez Gordon Gallagher, de la Corte de Distrito del Distrito de Colorado, concedió el 4 de junio una solicitud de la familia de Soliman para bloquear su proceso de deportación después de que las autoridades de inmigración los detuvieran.
En su orden, Gallagher declaró que el gobierno "no expulsará" a la familia de Soliman de Colorado "a menos que esta corte o la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito revoque esta orden". La sentencia se produjo apenas un día después de que la Casa Blanca insinuara en un posteo en las redes sociales que la familia podría ser deportada de Estados Unidos.
La esposa y los cinco hijos de Soliman no han sido acusados de ningún delito, pero la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dijo el 3 de junio que habían sido detenidos mientras las autoridades investigaban si tenían conocimiento previo del ataque planeado.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con los abogados de Soliman para obtener comentarios, pero no recibió respuesta antes de la publicación de este artículo.
Con información de Bill Pan
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