Por primera vez en seis años, legisladores estadounidenses se reunieron en Beijing con el ministro de Defensa de China, en una visita que busca abrir canales de comunicación militar y comercial.
Una investigación reveló que estudiantes chinos afiliados al Partido Comunista crearon células en universidades estadounidenses, manteniendo contacto directo con consulados e instituciones de inteligencia de Beijing.
Y Washington, Tokio y Seúl alzaron la voz en la ONU contra las maniobras militares de Beijing en el estrecho de Taiwán y advirtieron sobre sus alianzas con Rusia y Corea del Norte.
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