El superávit comercial de China superó el billón de dólares en noviembre, batiendo el récord anual establecido en 2024, debido a que una avalancha de productos baratos inunda los mercados mundiales en medio de una demanda interna débil.
Las ventas totales al extranjero aumentaron un 5.9% en noviembre en términos de dólares estadounidenses en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos publicados por la Administración General de Aduanas del régimen chino el 8 de diciembre. Se recuperó de una caída del 1.1% en el mes anterior, la primera registrada este año, y superó las previsiones de los economistas en una encuesta de Reuters, que apuntaba a un crecimiento del 3.8%.
Las importaciones aumentaron un 1.9% interanual hasta alcanzar los 218,700 millones de dólares. Aunque la cifra supuso una mejora con respecto al 1% de octubre, aún así quedó por debajo de la estimación media del 3% de crecimiento de la encuesta de Reuters.
Como resultado, China registró un superávit comercial de 111,700 millones de dólares en noviembre, frente a los 90,100 millones de octubre.
En los primeros 11 meses de este año, el superávit comercial de China superó los 1.1 billones de dólares, un 21.6% más que en el mismo periodo del año anterior. En 2024, el superávit comercial de China alcanzó la cifra récord de 992,100 millones de dólares.
El sólido crecimiento de las exportaciones, junto con el déficit comercial resultante, sucitó preocupación entre otras economías, ya que los responsables de la política exterior temen la pérdida de puestos de trabajo y el cierre de fábricas en sectores inundados de productos chinos a bajo precio.
El responsable de Comercio de la Unión Europea, Maros Sefcovic, advirtió que el auge de China "no debe producirse a expensas de la economía europea", mientras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha impuesto aranceles adicionales a las importaciones chinas para reducir el enorme déficit comercial.
Aumento de las exportaciones a mercados no estadounidenses
Aunque Beijing y Washington alcanzaron una tregua comercial provisional tras la cumbre entre los líderes de ambos países a finales de octubre, las exportaciones de China a Estados Unidos han seguido su tendencia a la baja, cayendo un 28.6% en noviembre con respecto al año anterior, lo que supone el octavo mes consecutivo de descenso.“Los recortes arancelarios acordados en la tregua comercial entre Estados Unidos y China no contribuyeron a aumentar los envíos a Estados Unidos el mes pasado, pero, no obstante, el crecimiento general de las exportaciones se recuperó”, escribió Huang Zichun, de Capital Economics, en una nota el 8 de diciembre.
“Creemos que las exportaciones de China se mantendrán resistentes y que el país seguirá ganando cuota de mercado mundial el próximo año”.
En contraste con la disminución de las ventas a Estados Unidos, las exportaciones de China a África, América Latina y Australia registraron un aumento de dos dígitos el mes pasado, mientras que el crecimiento de las exportaciones a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, los mayores socios comerciales de China, se ralentizó hasta el 8.2%.
Los envíos a la UE crecieron un 14.8%, y Francia importó un 17.5% más de productos chinos.
Los datos se dieron a conocer pocos días después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, instara a China a impulsar la demanda interna y abordar el enorme déficit comercial durante una visita a China la semana pasada.
“Les dije que, si no respondían, nosotros, los europeos, nos veríamos obligados, en los próximos meses, a tomar medidas enérgicas y a desvincularnos, al igual que Estados Unidos, por ejemplo, con aranceles aduaneros sobre los productos chinos”, dijo Macron en una entrevista con el periódico local Les Echos, publicada el 7 de diciembre. Macron indicó que había discutido este tema con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Según los últimos datos aduaneros de China, el superávit comercial con la UE alcanzó los 266,800 millones de dólares en el periodo comprendido entre enero y noviembre, lo que supone un aumento de casi el 20% con respecto a los 223,100 millones de dólares registrados en el mismo periodo del año anterior.
Débil demanda interna
A pesar de las preocupaciones de los socios comerciales de China, Lynn Song, economista jefe para la Gran China en ING, afirmó que las fuertes exportaciones podrían ayudar a Beijing a alcanzar el objetivo de crecimiento de este año, "alrededor del 5%".Sin embargo, destacó la necesidad de aplicar más estímulos para impulsar la demanda interna, que sigue siendo débil en medio de una crisis inmobiliaria.
"El giro de China hacia el establecimiento de la demanda interna como motor clave del crecimiento llevará tiempo, pero es esencial para que China pase a la siguiente fase de su desarrollo económico", dijo Song en una nota el 8 de diciembre. "En última instancia, tenemos que ver qué medidas concretas se ponen en marcha para impulsar el consumo interno el próximo año".
El máximo órgano de decisión del Partido Comunista Chino (PCCh), el Politburó, reiteró su plan de impulsar la demanda interna en una reunión celebrada el 8 de diciembre y presidida por el líder chino Xi Jinping, según un resumen de la reunión publicado por los medios de comunicación estatales.
Altos funcionarios del PCCh, autoridades regionales y representantes de empresas estatales se reunirán en Beijing a finales de este mes para la Conferencia Central de Trabajo Económico, que suele ofrecer prioridades políticas más específicas y objetivos clave de crecimiento económico para el año siguiente.
Kenneth Rogoff, profesor de Economía de la Universidad de Harvard, ha advertido que será difícil animar a las familias chinas a gastar más.
Con el mercado inmobiliario en una crisis persistente —un sector que, según él, representa el 80% de la riqueza familiar china— es probable que muchas personas mantengan un control estricto sobre sus carteras, según Rogoff, que fue economista jefe del Fondo Monetario Internacional entre 2001 y 2003.
A este problema se suma la falta de un sistema integral de pensiones y asistencia sanitaria en el país comunista. Cuando las familias tienen que ahorrar para su asistencia sanitaria, "es muy difícil conseguir que la gente consuma", dijo Rogoff en una entrevista reciente con The Epoch Times.
Según su predicción, el crecimiento económico de China podría ralentizarse entre un 2% y un 3% en los próximos años, aunque señaló que es posible que la desaceleración no se refleje en las estadísticas oficiales del régimen chino.
La veracidad de las estadísticas económicas de China se ha cuestionado durante mucho tiempo, en gran parte debido al historial del PCCh de ocultar y manipular los datos que considera perjudiciales para su imagen.
