El número de muertos en las devastadoras inundaciones ocurridas en el este de Sudáfrica por las fuertes lluvias que han caído desde el pasado lunes aumentó de 78 a 86, según confirmó este sábado el ministro sudafricano de Policía, Senzo Mchunu.
"Por desgracia, sabemos que han fallecido muchas personas. Se habla de que la cifra global en la provincia asciende a 86", declaró Mchunu a la prensa local desde la zona siniestrada de Mthatha, en la provincia del Cabo Oriental.
Las autoridades esperan que la cifra siga subiendo conforme el agua se retire y aparezcan más cuerpos, mientras los familiares de los fallecidos siguen identificando los cadáveres encontrados de sus seres queridos.
"El SAPS (Servicio de Policía de Sudáfrica) ha estado presente ayudando y colaborando con el distrito municipal y haciendo un gran trabajo para rescatar a aquellos que necesitan ser rescatados", destacó el ministro, y descartó las críticas contra las autoridades locales en relación a su actuación durante la tragedia.
Mchunu acudió al lugar de los hechos después de que este viernes visitara la zona el presidente del país, Cyril Ramaphosa.
Entre los desaparecidos, hay cuatro niños que viajaban en un autobús escolar que fue arrastrado por la corriente al cruzar un puente que también fue visitado por Ramaphosa.
Al menos otros cuatro menores que viajaban en el autobús fueron encontrados muertos, así como el conductor y su ayudante.
Este jueves, el ministro sudafricano de Gobernanza Cooperativa y Asuntos Tradicionales, Velenkosini Hlabisa, confirmó que los hechos han sido "clasificados" como desastre nacional, una categoría ligeramente diferente a la "declaración" y que permite una actuación más rápida.
La clasificación de desastre nacional cubre cuatro provincias: el Cabo Oriental, KwaZulu-Natal, el Estado Libre y el Cabo Occidental.
Cientos de residentes se han visto obligados a evacuar sus hogares en todo el Cabo Oriental y han sido realojados en centros comunitarios.
La provincia se encuentra azotada por inclemencias meteorológicas desde este lunes, cuando un frente frío azotó la región, trayendo consigo intensas lluvias, fuertes vientos y nevadas en zonas altas.
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