Exmédico militar enseña primeros auxilios con un botiquín que incluye plantas medicinales

Sam Coffman, exmédico militar, también es un herbolario titulado y máster en acupuntura y medicina oriental. Además de su carrera en medicina convencional, comparte cómo descubrió el mundo de las plantas medicinales y dio algunos consejos prácticos para preparar un botiquín de primeros auxilios a base de hierbas.

Coffman es el autor del libro "Medicina Herbolaria: Guía para un militar sobre preparación médica en emergencias y primeros auxilios naturales", en el que combina la medicina herbolaria con la atención médica y de emergencia convencionales.

En una entrevista con The Epoch Times, Coffman explicó que fue durante su segunda etapa en el Ejército de Estados Unidos que se convirtió en médico de las Fuerzas Especiales Delta 18. En su primera etapa, fue interrogador y traductor, ya que tenía un don para los idiomas.

Allí aprendió lo que él llama el "estándar de oro" en cuanto a la atención médica de campaña.

"Disfruté que me pagaran por dar lo mejor de mí mismo", recuerda. "Sobre todo en operaciones especiales, todo es un verdadero desafío constante".

Como médico de las Fuerzas Especiales, recibió formación para ocuparse de cualquier cosa, desde traumatismos en combate o fuera de él hasta trabajar con grupos de indígenas como se hacía en la época de Vietnam, dijo. "El médico es realmente una especie de columna vertebral", dijo.

Coffman señaló que un día podía estar atendiendo un parto, entablillando una fractura o enfrentándome a algún tipo de pandemia y al día siguiente podía estar ayudando a alguien con su ganado o animales de los lugareños.

"Es una mezcla entre paramédico de combate y enfermero practicante", explica.

También aprendió algunos procedimientos de cirugía menor, desbridamiento e incluso amputaciones, todo ello pensado para entornos austeros y atención prolongada en el campo.

Libro de Sam Coffman "Medicina Herbolaria: Guía para un militar sobre preparación médica en emergencias y primeros auxilios naturales". (Cortesía de Sam Coffman).

Coffman se familiarizó con las plantas y la medicina herbolaria durante su infancia en una familia numerosa con amplios conocimientos sobre plantas medicinales, comentó. Así que, para cuando ingresó a la escuela de medicina de las Fuerzas Especiales, ya estaba muy interesado en la herbolaria y tenía algunos conocimientos.

Para entonces ya tenía su propia materia médica, un tipo de libro-enciclopedia con las propiedades curativas de unas 20 plantas y además cultivaban toda la comida de invierno.

"Cultivábamos nuestra propia comida para el invierno y la envasábamos. Mi madre era muy buena jardinera; mi padre creció en un rancho de trigo y guisantes en el este de Oregón", dijo Coffman. "Esto fue en el noroeste de Washington, donde nací, así que durante los primeros 11 años de mi vida, las plantas fueron una parte fundamental".

Dijo que su madre le enseñó cuando tenía unos cuatro o cinco años que las plantas con las que ella hablaba crecían mejor que aquellas con las que no.

Coffman dijo que su prueba de fuego en la herbolaria fue cuando se rompió el pulgar durante la primera fase del curso de cualificación de las Fuerzas Especiales, que tuvo lugar en Fort Bragg, Carolina del Norte.

Estaba haciendo ciclismo de montaña con un amigo y se cayó con la mano extendida, lo que resultó en una fractura por avulsión del pulgar: una lesión en la que el tendón arrancó un pequeño trozo del hueso principal.

Durante el curso de cualificación, Coffman se tomó sus propias radiografías. Tras revisarlas personalmente, las llevó al hospital del puesto para que un médico ortopedista las examinara.

Recuerda que el médico le dijo que tendría que colocarle un clavo, y que esa era la única manera de que sanara y recuperara toda su fuerza y agarre. Coffman pidió que le enyesaran la herida. El médico lo regañó y le dijo que no era una buena idea, pero al final, a regañadientes, lo permitió.

"Creo que incluso me dijo que si me volvía a ver allí, me iba a dar un Artículo 15 por desobedecer una orden directa", dijo, refiriéndose a un tipo de castigo no judicial que los comandantes pueden usar contra los soldados por delitos menores.

Cuando Coffman regresó a su cuartel, se quitó el yeso y fue a una tienda de hierbas en Fayetteville, que ya había visitado al llegar al pueblo. Compró consuelda y cola de caballo.

"Esas eran las dos hierbas que conocía muy bien y sabía que me ayudarían en ese momento", dijo Coffman. "Las escondí debajo de mi casillero porque me moría de miedo de que pensaran que escondía marihuana".

Consuelda (Symphytum officinale). (Orest Lyzhechka/Shutterstock)

Con las hierbas y unas gasas, hacía cataplasmas y las guardaba en bolsas de plástico resellables en su bolsillo para poder cambiarlas cada dos horas en el baño. Mojaba la cataplasma y luego se la aplicaba alrededor del pulgar.

Coffman dijo que, por suerte, se lesionó el pulgar justo antes de entrar al laboratorio de cabras, donde se utilizan animales como ayuda de entretenimiento para médicos de combate. Primero, le asignaron cuatro semanas de entretenimiento en microscopía, lo que le dio tiempo a su pulgar para sanar.

Para cuando paso a la parte de entretenimiento de trauma en el laboratorio de cabras, su pulgar ya había sanado lo suficiente como para permitirle participar plenamente. Durante esa parte, trató cabras completamente anestesiadas con lesiones potencialmente mortales. Después, le dolió el pulgar durante horas.

Sin embargo, las hierbas funcionaron sorprendentemente bien y en seis meses recuperó por completo la fuerza de agarre, afirmó.

"Soy cinturón negro en jiu-jitsu brasileño", dijo. "Hay que tener mucha fuerza de agarre para hacer eso... Nunca he tenido problemas con eso".

De ahí en adelante, Coffman llevó consigo hierbas al campo, llevando un par de libras de hierbas para uso personal junto con su equipo habitual.

Cola de caballo (Equisetum arvense). (Chamille White/Shutterstock)

Como era uno de los mejores de su clase, otros médicos pronto se dieron cuenta de su salud y de los beneficios de las hierbas que usaba, y comenzaron a preguntarle sobre las hierbas y quisieron involucrarse.

Después de un tiempo, sus compañeros de equipo le llevaban a sus familiares para que los trataran y le decían: "Oye, tú nunca te enfermas; ¿qué haces para el resfriado y la gripe?", dijo.

Al ayudar a sus compañeros de equipo, se le ocurrió la idea de comenzar una escuela de medicina herbolaria.

Después de seis años, Coffman decidió dejar las Fuerzas Especiales. Para él, era una elección entre su familia y el ejército.

"Me retiré del ejército... Me alegro de haberlo hecho, porque pude ser un buen padre y un buen esposo, y estar en casa y criar a mis hijos", dijo. "Felicitaciones a los militares que pudieron hacerlo, pero yo no podría haberlo hecho de esa manera; no creo que hubiera funcionado".

Ademas de la medicina herbolaria occidental, Coffman dijo que siempre estuvo interesado en la medicina china y comenzó a practicar qigong, un tipo de ejercicio energético asiático tradicional, a la edad de 13 años. Cuando tuvo la oportunidad, se convirtió en acupunturista autorizado.

"Sabes, hay un dicho en acupuntura que dice que en Estados Unidos la acupuntura es 80 por ciento agujas y 20 por ciento hierbas medicinales; y en China, es 80 por ciento hierbas medicinales y 20 por ciento agujas; y definitivamente soy más del tipo de persona que usa el 80 por ciento de hierbas medicinales", dijo.

Coffman señaló que un botiquín de primeros auxilios está diseñado para brindar ayuda inmediata y luego determinar si se debe acudir a un centro de atención médica superior. Coffman complementa sus botiquines de primeros auxilios con hierbas para problemas crónicos, y las utiliza tanto desde una perspectiva occidental como desde la medicina tradicional china (MTC).

"No digo que simplemente tome una pastilla de platas medicinales, ¿verdad? Nos referimos a nebulizarlas, inhalarlas por la nariz, atomizarlas o inhalarlas con vapor, o a veces administrarlas por vía intestinal, por supuesto, si es necesario, pero en una forma muy concentrada, no solo ir al pasillo 13 del supermercado o al de alimentos saludables a comprar cápsulas", dijo Coffman.

Dijo que usaría plantas contra cualquier antiviral disponible, ya sea para la familia de virus del herpes o el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), ya que prefiere usar hierbas en estas situaciones.

Botiquín de primeros auxilios a base de hierbas

Al preparar un botiquín de primeros auxilios a base de hierbas, además de todos los artículos para caídas y quemaduras comunes, se puede adaptar a cada misión, explicó. Añadió que es necesario considerar las necesidades específicas de salud de la familia.

Ya sea que vayas de viaje en coche, atravesando el país en autocaravana durante dos semanas o a cazar, puedes adaptar tu equipo a esas circunstancias. Por ejemplo, en una cacería, podrías llevar torniquetes y sellos pectorales para una posible lesión por disparo accidental, dijo.

Coffman compartió tres productos básicos a base de hierbas que casi siempre tiene en un kit porque se pueden mezclar con muchas otras cosas.

La primera es la equinácea. Coffman's es una mezcla de la flor de la equinácea purpúrea y la raíz de la equinácea angustifolia.

Todas las partes de la planta de equinácea tienen usos medicinales. (Barbara Smits/Shutterstock)

El segundo alimento básico es la algerita, una planta de berberis rica en berberina amarilla, un alcaloide. Es similar a la Coptis china, explicó, y se usa principalmente como hierba antináuseas para el intestino y para descongestionar el hígado, explicó Coffman en un video .

El tercero es el chaparral de la especie Larrea, a veces llamado arbusto de creosota. Coffman explicó en un video que se utiliza para la infección y el tratamiento de heridas.

Coffman dijo que tener una fórmula para uso en las vías respiratorias superiores siempre es importante, ya sea para ayudar a tonificar o para ayudar con una infección del tracto respiratorio superior.

Uno que tiene en su tienda de hierbas en línea se llama Broad Spectrum Defender , que es una especie de fórmula antibacteriana de amplio espectro.

Ademas de eso, recomienda tener lo que él llama un Biofilm Buster , que tienen muchas hierbas que no solo son antibacterianas, sino que también inhiben la formación de biopelículas, dijo.

"Si se trata de una infección de una herida o algo que lleva más de 72 horas, probablemente se trate de la formación de una biopelícula", dijo. "Una infección crónica del tracto urinario sería otro ejemplo".

Ademas, para tratar el intestino, recomienda que el carbón activado forma parte de cualquier botiquín de primeros auxilios, tanto para uso externo como interno.

Carbón activado. (showcake/Shutterstock)

Dijo que las hierbas legales no ofrecen muchos analgésicos, ya que la adormidera puede aliviar el dolor, pero su uso no es legal. Otras hierbas analíticas que mencionó son el jazmín amarillo (gelsemium sempervirens) y el corydalis, pero pueden ser tóxicas y deben extraerse correctamente y prepararse con precaución y un buen conocimiento de estas hierbas.

Para la ansiedad y la concentración, recomienda Lactuca virosa. Personalmente, afirma que le ayuda mucho con el TDAH.

Señaló que también se le llama lechuga de opio porque la planta tiene una especie de savia pegajosa de tipo látex blanco que se puede hervir con alcohol y agua para formar una resina.

"Es como una resina dura de la que puedes tomar un trozo y ponerlo debajo de la lengua; se llama lactucarium", dijo.

En el siglo XIX y principios del XX, uno podía ir a cualquier farmacia, por ejemplo, en Inglaterra, y comprar lactucarium como un tipo de pastilla para dormir y para ayudar con la ansiedad, dijo.

"Lo he utilizado de esa manera con clientes e incluso con hijos de clientes que tienen un TDAH muy grave, y funciona muy bien de esa manera", dijo.

Coffman también lo vende en su tienda online bajo la marca Intergalactucarium .

Academia de Medicina Herbolaria

Imparte clases en su propiedad, que limita con aproximadamente medio millón de acres de Bosque Nacional, a unos 10 minutos del centro de Taos, Nuevo México.

De mayo a octubre, su academia imparte cursos presenciales que incluyen primeros auxilios en áreas silvestres, certificaciones de primeros auxilios para la salud, clases de parto de emergencia y cursos de botánica.

Las hierbas son un aspecto tradicional de la medicina. (udra11/Shutterstock)

Ademas de la herbolaria y la medicina sostenible, su equipo enseña alimentación sustentable y otras habilidades sostenibles, incluidas las de ingeniería fuera de la red, médico, explorador, proveedor y habilidades de liderazgo.

Dijo que es codirector junto con su esposa, una enferma registrada que también dirige la botica, así como con su hija; y el cuerpo docente de la academia incluye médicos, una enferma especializada, enfermeras registradas y parteras.

Dijo que sus programas principales incluyen Primeros auxilios en áreas remotas, Primeros auxilios avanzados en áreas remotas; y luego de allí, Medicina austera, que retoma donde terminan los primeros auxilios en áreas remotas.

El programa de Medicina austera fue creado por Coffman y otro ex médico militar, el Dr. Steve Pehrson, quien ha sido médico rural durante 40 años.

El programa de Medicina austera combina la atención alopática occidental con la herbolaria occidental y algo de medicina tradicional china.

Sus clases de ingeniería autónoma se basan en la experiencia de su equipo de extensión de Herbal Medics . La idea surgió de una iniciativa que su equipo realizó en una zona rural de Nicaragua, a unos 160 kilómetros de la carretera más cercana. Su equipo ofreció clínicas gratuitas y un sistema de filtración lenta de agua con arena para la población de la zona.

"Estaba explorando... yendo con antelación y haciendo el reconocimiento en una zona en la que íbamos a estar", dijo. "Hay literalmente gusanos planos nadando en la cisterna. Bueno, lo que necesitan es purificación de agua. No sirve de nada buscar antiparasitarios. Ahí fue donde empezó a tomar vuelo la idea de la ingeniería autónoma".

Su equipo también ha realizado actividades de extensión comunitaria en zonas marginadas de Estados Unidos, incluyendo naciones indígenas y zonas rurales pobres. Han ofrecido ayuda y asistencia post desastre con el diseño de permacultura y el desarrollo de huertos para alimentos y medicinas.

Basándose en su libro "Herbal Medic", Coffman también es el autor de " Jardinería de supervivencia : Cultive su propio suministro de alimentos de emergencia, desde semillas hasta tubérculos".

Dijo que todo se reduce a cómo cultivarías alimentos si tuvieras que vivir de ellos.

Dijo que el libro lo divide en un plan de cinco días, cinco semanas, cinco meses y cinco años, comenzando con brotes y avanzando con microvegetales, hongos, mejora del suelo, cosecha de alimentos y almacenamiento de alimentos a largo plazo.

Alimentos para un botiquín de primeros auxilios

Dijo que la miel cruda y sin filtrar (si es posible, local) es uno de los alimentos naturales más útiles. Señaló que tiene propiedades antimicrobianas, se puede usar para aliviar quemaduras leves o raspaduras leves, y puede calmar la tos o aliviar el dolor de garganta en niños mayores y adultos.

El jengibre (ya sea fresco, confitado o seco para preparar té) se puede usar para ayudar a calmar las náuseas causadas por el mareo por movimiento o las náuseas matinales, aliviar el malestar digestivo y aliviar los dolores inflamatorios menores, dijo.

El vinagre de sidra de manzana (crudo, con la "madre") se puede diluir y usar sobre la piel expuesta al sol para aliviarla, explicó. Algunas personas también pueden diluirlo en agua y beberlo a sorbos para aliviar la acidez o la indigestión ocasionales.

(Wikimedia/iStock)

El aceite de coco (primer prensado en frío o virgen) tiene propiedades antimicrobianas suaves y es excelente para hidratar la piel agrietada y seca o para aliviar rozaduras e irritaciones menores, según Ward.

La avena (simple, sin sabor, coloidal o normal) puede calmar la irritación de la piel cuando se usa como cataplasma o en un baño para erupciones, picaduras de insectos o picazón en la piel, dijo.

La sal marina o la sal del Himalaya (pura, sin antiaglomerantes) pueden parecer sencillas, comentó, pero las gárgaras con agua tibia con sal son una forma eficaz de aliviar la irritación de garganta o encías. Señaló que una solución de agua con sal también puede usarse para enjuagues nasales o combinarse con líquidos para favorecer la hidratación y el equilibrio electrolítico.

La manzanilla (orgánica, sin saborizantes añadidos) puede funcionar como un té suave para calmar la digestión y ayudar al cuerpo a relajarse del estrés o la ansiedad, comentó. Las bolsitas de té, una vez frías, pueden usarse como una simple compresa para la piel hinchada o irritada alrededor de los ojos, añadió.

(PicturePartners/iStock)

"Al elegir alimentos para un botiquín de primeros auxilios, busque versiones de alta calidad y mínimamente procesadas", dijo Ward. "Estos no reemplazan la atención médica cuando se necesita, pero reflejan un principio fundamental de la nutrición funcional: usar alimentos integrales y naturales para apoyar la capacidad innata del cuerpo para sanar".

Ward también es un practicante de terapia nutricional funcional (FNTP) capacitado por la Asociación de Terapia Nutricional.

Señaló que no es herbolaria, pero valora profundamente las hierbas medicinales y las usa cuando es apropiado.

"Las hierbas fueron la primera medicina de la humanidad, mucho antes del auge de los productos farmacéuticos, y creo que Dios diseñó las plantas con propiedades que favorecen los procesos de curación del cuerpo", dijo. "En mi consulta, utilizo suplementos que contienen hierbas bien investigadas, como la cúrcuma, el jengibre, el saúco, el cardo mariano, la ortiga y la ashwagandha, cuando se adaptan a las necesidades del cliente y están respaldadas por su historial y análisis de laboratorio. Me mantengo dentro de mi ámbito, por lo que no trato enfermedades ni prescribo protocolos herbolarios como lo haría un herbolario o un naturópata. Mi objetivo siempre es apoyar las funciones naturales del cuerpo, no tratar enfermedades específicas".