5 conclusiones de las repercusiones tras ataque con drones de Ucrania a Rusia

El sorpresivo ataque con drones perpetrado por Ucrania el 1 de junio contra la flota de bombarderos estratégicos de Rusia ha dejado inoperable una parte importante de la capacidad de ataque nuclear de Rusia.

También se convirtió en el último obstáculo en el camino del presidente Donald Trump para resolver la guerra que dura ya tres años.

Aún falta ver exactamente cuánto impactará el ataque de drones ucraniano, organizado por el Servicio de Seguridad de Ucrania y cuyo nombre en código fue “Spiderweb”, en los esfuerzos por facilitar una paz más amplia.

No obstante, Trump afirmó que el ataque sorpresa fue uno de los temas centrales de la conversación telefónica que mantuvo el miércoles con el presidente ruso, Vladímir Putin.

En una publicación en su cuenta de Truth Social tras la llamada, Trump indicó que el presidente ruso no tiene prisa por resolver el conflicto.

No hay paz inmediata: Trump

"Hablamos del ataque de Ucrania a los aviones rusos atracados, así como de otros ataques que han tenido lugar por ambas partes", escribió Trump.

"Fue una buena conversación, pero no una conversación que vaya a conducir a una paz inmediata".

Incluso antes del ataque del 1 de junio, Trump había tenido dificultades para mantener a Kiev y Moscú en la misma línea sobre el proceso de paz.

En marzo, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski expresó su apoyo a un plan de alto el fuego de 30 días respaldado por Estados Unidos para poner en marcha un proceso de paz más amplio.

Putin, por su parte, no se ha comprometido con la propuesta.

Moscú ha declarado períodos de alto el fuego más cortos y limitados, incluido un alto el fuego de 30 días sobre los ataques contra instalaciones energéticas y un alto el fuego total de tres días para coincidir con el 80.º aniversario de la derrota de la Alemania nazi por los aliados en la Segunda Guerra Mundial, el 8 de mayo.

Ambas partes han denunciado continuas violaciones de estos limitados períodos de alto el fuego.

El ataque con drones ucranianos del 1 de junio se produjo el día antes de que se celebrara en Turquía la segunda ronda de negociaciones para el alto el fuego entre Rusia y Ucrania.

Las conversaciones del 2 de junio en Estambul duraron una hora, y los representantes de ambas partes compartieron sus condiciones para unas negociaciones de paz más amplias.

Rusia promete responder

"El presidente Putin dijo, y con mucha firmeza, que tendrá que responder al reciente ataque contra los aeródromos", escribió Trump en su publicación del miércoles en Truth Social.

Además de los ataques con drones contra la flota de bombarderos estratégicos de Rusia, las autoridades rusas han acusado a Ucrania de bombardear puentes viales y ferroviarios el 31 de mayo y el 1 de junio, causando daños a la población civil.

El asesor de Putin, Yury Ushakov, rechazó la solicitud de la agencia estatal de noticias rusa TASS de dar más detalles sobre cómo responderá Rusia a la operación con drones ucranianos del 1 de junio.

Los niveles de riesgo "aumentan considerablemente": Kellogg

"Les digo que los niveles de riesgo están aumentando considerablemente" declaró Kellogg a Fox News en una entrevista el 4 de junio.

"La gente tiene que entender, en el ámbito de la seguridad nacional, que cuando se ataca una parte del sistema de supervivencia nacional del adversario, que es su tríada, la tríada nuclear, eso significa que el nivel de riesgo aumenta porque no se sabe lo que va a hacer la otra parte".

Durante una rueda de prensa celebrada el 3 de junio, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que Kiev no dio al gobierno de Estados Unidos ningún aviso previo sobre el ataque de drones del 1 de junio.

Ucrania se prepara para responder

"Son la forma más eficaz de obligar a Rusia a detener sus ataques con misiles y su terrorismo", dijo vía videollamada, instando a los representantes de unos 50 países a cumplir sus promesas de proporcionar sistemas de armas similares.

Por su parte, los líderes en Europa parecían confiados en que Ucrania demostraría capacidad para resistir la tormenta que seguiría a su ataque con drones contra Rusia.

Con ese fin, el secretario de Defensa del Reino Unido, John Healey, afirmó que Europa debe actuar para garantizar que Ucrania tenga la capacidad de defenderse de nuevos ataques.

En la misma línea, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, afirmó que el ejército ucraniano estaba preparado para una respuesta rusa y elogió la "impresionante operación" de Ucrania.

"Solo podemos especular sobre lo que las fuerzas rusas y Putin están dispuestos y son capaces de hacer", declaró Pistorius.

"[Pero] el éxito militar de Rusia no es inminente ni previsible", añadió más tarde durante la reunión del grupo de contacto.

Estados Unidos se apresura a protegerse

A medida que la tecnología de drones comerciales se ha popularizado, también han aumentado los incidentes de incursiones cerca de aeropuertos e instalaciones militares.

A principios de año, uno de los aviones oficiales de reserva de Trump se retrasó en su despegue porque se movilizaron aviones para responder a uno de estos incidentes, y el año pasado varios drones, en su mayoría no identificados, se acercaron y entraron en el espacio aéreo restringido sobre varias instalaciones militares estadounidenses.

Estos incidentes de alto perfil no son nuevos, y solo han aumentado en volumen y frecuencia desde que una flota de drones misteriosos vinculados a un buque con bandera de Hong Kong siguió a los buques de guerra más avanzados del país en 2019.

A medida que las amenazas potenciales se han ampliado, Washington busca comenzar a proteger su infraestructura de los ataques con drones con una serie de herramientas, que incluyen recintos a prueba de drones y armas electromagnéticas.

El año pasado, el personal de la base aérea Seymour Johnson, en Carolina del Norte, anunció que investigaba la viabilidad de erigir barreras físicas para proteger los aviones de combate F-15E estacionados allí de los ataques de pequeños drones.

Esta iniciativa sigue a una convocatoria de propuestas lanzada en 2021 por una incubadora de tecnología de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que buscaba soluciones novedosas para crear barreras pasivas que defendieran los aviones del país de los ataques con drones.

En otros lugares, el Gobierno desarrolla sistemas que funcionan interfiriendo las frecuencias de radio utilizadas para controlar los drones o bien tomando el control de los dispositivos y obligándolos a aterrizar o requisándolos para otros fines.

Aunque las herramientas de interferencia son las más consolidadas y disponibles para Washington, estos sistemas constituyen un arma contundente que también afecta a las señales electromagnéticas utilizadas por otros aviones, así como por teléfonos y dispositivos de Internet.

Este problema quedó al descubierto el 1 de marzo de este año, cuando más de una docena de vuelos en aproximación final al aeropuerto nacional Reagan recibieron falsas alertas de colisión, lo que provocó que al menos seis vuelos abortaran su aterrizaje.

La Administración Federal de Aviación declaró posteriormente que los falsos positivos fueron causados por pruebas gubernamentales de tecnología antidrones cerca del aeropuerto.

Independientemente de los métodos que adopte Washington, le costará algún tiempo ampliar la protección contra los drones a sus bases militares en todo el mundo y a los más de 5000 aeropuertos públicos del país.