La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo el miércoles que en un futuro próximo se producirán despidos federales en medio del cierre del gobierno, ya que el vicepresidente JD Vance confirmó que la Administración tendrá que llevar a cabo despidos.
"Esperen más anuncios" dijo, y añadió que los despidos podrían producirse en "dos días, de forma inminente o muy pronto".
Más tarde, Leavitt dijo que las reducciones de plantilla "desgraciadamente tendrán que producirse muy pronto", dijo la secretaria de prensa.
Culpó a los demócratas, diciendo que "los demócratas nos han puesto en esta situación" al rechazar una medida respaldada por los republicanos para financiar el gobierno.
Desde la mañana del miércoles, las agencias federales han ordenado a cientos de miles de empleados federales que no trabajen, al considerarlos no esenciales para proteger a las personas y los bienes.
La actual ley provisional expiró el 30 de septiembre. Los republicanos y los demócratas no han llegado a un acuerdo sobre una prórroga, lo que significa que gran parte del gobierno carece de fondos para continuar con sus operaciones.
Los republicanos tienen una mayoría de 53-47 en el Senado, pero necesitan el apoyo de al menos siete demócratas para alcanzar el umbral de 60 votos de la cámara para los proyectos de ley de gastos, suponiendo que todos los republicanos voten de la misma manera.
La cuestión en materia de financiación del gobierno es la de 1.7 billones de dólares para el funcionamiento de las agencias, lo que supone aproximadamente una cuarta parte del presupuesto total del gobierno, que asciende a 7 billones de dólares. Gran parte del resto se destina a programas de salud y jubilación y al pago de intereses de la creciente deuda de 37.5 billones de dólares.
El martes, el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought, confirmó en una entrevista que la administración Trump considera el cierre como una oportunidad para reducir la plantilla federal. Además, el presidente Donald Trump dijo a los periodistas esta semana que el cierre puede tener consecuencias positivas para los republicanos.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), coincidió con esos comentarios el miércoles al declarar a un medio de comunicación local de Luisiana que el cierre del gobierno "en última instancia podría beneficiar" al público estadounidense, ya que podría utilizarse para reducir el tamaño del gobierno federal.
“Le da una oportunidad al poder al mando, al presidente al mando, para tomar decisiones unilaterales que no necesitan el voto del Congreso sobre qué programas del gobierno son esenciales y cuáles no”, dijo Johnson.
Durante sus declaraciones del miércoles en la Casa Blanca junto a Leavitt, Vance afirmó que la Administración "no está apuntando a las agencias federales por motivos políticos", sino que "apuntará al gobierno del pueblo para que puedan seguir funcionando, en la medida de lo posible, los servicios esenciales".
“Vamos a tener que despedir a gente... esa es la realidad del cierre del gobierno”, dijo Vance.
También en la rueda de prensa, Vance declaró que no está seguro de cuánto durará el cierre, pero afirmó que probablemente no “será tan largo” porque varios demócratas moderados “están cediendo un poco” y “entienden lo ilógico que es esto”.
Los demócratas afirman que cualquier proyecto de ley de gastos también debe hacer permanentes los subsidios de la Ley de Cuidados de la Salud Asequibles, que expiran a finales de año.
"Nuestra garantía al pueblo estadounidense es que vamos a luchar con todas nuestras fuerzas por su atención médica, así de simple", dijo el martes el líder demócrata Chuck Schumer (D-NY).
Con información de Reuters.
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