Rod Colwell, director ejecutivo de Controlled Thermal Resources (R), y Tracy Sizemore, director global de materiales para baterías de la empresa, caminan junto a pozos de lodo geotérmico cerca de la costa del Mar de Salton, donde la empresa extrae litio, en Niland, California, el 15 de julio de 2021. (Marcio José Sánchez/AP Photo)

Rod Colwell, director ejecutivo de Controlled Thermal Resources (R), y Tracy Sizemore, director global de materiales para baterías de la empresa, caminan junto a pozos de lodo geotérmico cerca de la costa del Mar de Salton, donde la empresa extrae litio, en Niland, California, el 15 de julio de 2021. (Marcio José Sánchez/AP Photo)

EE.UU. puede romper el monopolio chino de tierras raras, pero llevará tiempo: informe

"La historia de Magnequench", dicen los productores nacionales al panel de la Cámara en la audiencia de noviembre, no es un relato singular sino uno de muchos en una antología de manipulación

24 de noviembre de 2025, 7:07 p. m.
| Actualizado el24 de noviembre de 2025, 7:07 p. m.

Estados Unidos dominó la industria de las tierras raras en la década de 1980, con los mineros nacionales liderando el mundo en la extracción y los científicos estadounidenses encabezando avances en el uso de estos 17 elementos para desarrollar imanes permanentes y nuevas generaciones de baterías.

Sin embargo, en una década, China se convirtió en el principal productor mundial de tierras raras y minerales críticos esenciales para la electrónica moderna, incluidos aquellos con aplicaciones militares, y en 2024 tenía casi un monopolio, con sus industrias controlando el 90 por ciento del mercado mundial de refinación de tierras raras.

¿Cómo sucedió esto?

Muchos factores contribuyeron, pero como digo el representante Raja Krishnamoorthi (D-Ill.) durante una audiencia del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el Partido Comunista Chino el 19 de noviembre , "la historia de Magnequench" ejemplifica cómo el Partido Comunista Chino (PCCh) orquestó una estrategia de décadas para disminuir, si no destruir, la capacidad de fabricación de los competidores, en particular, la de Estados Unidos.

General Motors (GM), pionera en el desarrollo de imanes permanentes, creó Magnequench en 1986. El Pentágono fue su cliente principal de imanes de neodimio-hierro-boro utilizados en municiones guiadas de precisión.

Magnequench comenzó a fabricar imanes en 1987 en Anderson, Indiana. Cuando GM se reestructuró a principios de los 90, se deshizo de varias filiales. Magnequench se puso a la venta.

En 1995, Sextant Group, un consorcio de inversión, compró Magnequench por 56 millones de dólares.

El director general de Sextant, con sede en Estados Unidos, era Archibald Cox Jr., hijo del fiscal de Watergate, pero el grupo estaba financiado en gran parte por inversores chinos, entre ellos el presidente de San Huan New Material, Zhang Hong , y ejecutivos de la China National Non-Ferrous Metals Import & Export Corp.

El Pentágono se opuso a la venta, alegando preocupación por la posesión del 62% de una empresa de la que dependía por parte de inversores chinos. Ese mismo año, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (ITC) citó a San Huan por "infracción de patentes y espionaje empresarial", lo que resultó en una multa de 1,5 millones de dólares .

Sin embargo, el Departamento de Estado, buscando establecer buenas relaciones con China, no se opuso. El Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos aprobó la compra, exigiendo únicamente su permanencia en Estados Unidos durante 10 años.

En dos años, las acciones de las dos empresas chinas fueron transferidas a Onfem Holdings, propiedad del PCCh, dirigida por Wu Jianchang , quien, al igual que Zhang Hong de San Huan, era yerno de Deng Xiaoping, líder del Partido Comunista Chino de 1978 a 1989.

Sextant Group, ahora propiedad de Onfem Holdings, adquirió en 2000 Indiana General, otra planta de imanes en Valparaíso, Indiana. Ese mismo año, cerró la fábrica de Magnequench en Anderson. En 2004, cerró la planta de Valparaíso.

Como resultado, "Estados Unidos ya no puede construir ni un solo misil guiado sin el permiso de Beijing", escribió Michael Dunne en un informe de junio de 2025 en The Dunne Insights Newsletter. "La base industrial de defensa de Estados Unidos se había vaciado por 56 millones de dólares: el costo de un solo caza F-35".

La historia de Magnequench no es una excepción. Es una regla de juego del PCCh.

"Durante más de 30 años, China se apoderó de diferentes partes de la industria de minerales críticos, desarrolló un arma cargada y la apuntó directamente a la industria estadounidense", dijo el presidente del Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre el PCCh, el representante John Moolenaar (R-Mich.).

<em>Un trabajador maneja baterías de automóvil en una fábrica de Xinwangda Electric Vehicle Battery Co. Ltd., que produce baterías de litio para automóviles eléctricos y otros usos, en Nanjing, provincia de Jiangsu, China, el 12 de marzo de 2021. (STR/AFP vía Getty Images)</em>Un trabajador maneja baterías de automóvil en una fábrica de Xinwangda Electric Vehicle Battery Co. Ltd., que produce baterías de litio para automóviles eléctricos y otros usos, en Nanjing, provincia de Jiangsu, China, el 12 de marzo de 2021. (STR/AFP vía Getty Images)

Un estrangulamiento calculado

La audiencia del comité se centró en un informe de 52 páginas que incluye 13 iniciativas diseñadas para superar el dominio de China sobre las tierras raras y los minerales críticos, y 12 hallazgos que ilustran cómo el PCCh manipula los mercados.

Según el informe, los procesadores con sede en China refinan entre el 85 y el 90 por ciento de las tierras raras del mundo, producen el 90 por ciento de sus imanes, el 80 por ciento de sus baterías y controles al menos el 75 por ciento del mercado global de al menos 30 de los 54 productos básicos considerados "esenciales para la seguridad nacional" por el Servicio Geológico de Estados Unidos en su Lista de Minerales Críticos de 2025 .

Los fabricantes estadounidenses dependen al 100 % de las importaciones para 12 de esos 54 productos, y en más del 50 % para 29. Desde abril, el PCCh ha impuesto restricciones a la exportación de 12 tierras raras —clasificadas colectivamente como un mineral crítico en la lista del estudio—, incluidas cinco en octubre. Suspendió estas últimas restricciones durante un año tras las negociaciones comerciales con el presidente Donald Trump.

El informe confirma que durante décadas, el PCCh ha subsidiado a "los campeones de la minería estatal con decenas de miles de millones de dólares, incluidos préstamos sin intereses, para apoyar su adquisición global de activos mineros" por un total de "57 mil MDD".

Esto "le da a Beijing la capacidad de subir y bajar los precios" y "efectivamente hace que sea ilegal publicar precios que se desvíen de las directivas del PCCh", afirma el informe.

La investigación afirma que el PCCh "mantiene un control absoluto sobre la refinación intermedia. Si bien [China] no puede controlar la ubicación de los depósitos minerales, sí puede controlar dónde se refinan los recursos".

Esta "estrategia de décadas… consistió en atraer principalmente a empresas occidentales para que colaboraran con empresas [con sede en China], y luego vender productos a precios significativamente inferiores a los de los participantes del mercado existentes para eliminar a la competencia", afirma el informe. "Finalmente, tras establecer su dominio, [el PCCh] utilizó esta influencia en el mercado como arma geopolítica".

Citando la cita de Xiaoping de 1992: "El Medio Oriente tiene petróleo; China tiene tierras raras", Krishnamoorthi digo que el PCCh no es tímido con respeto a estos objetivos, haciendo referencia a un memorando "fascinante" de 2020 de los ejecutivos de CATL, el mayor fabricante de baterías para vehículos eléctricos del mundo, que decía que "el precio de transacción tiene a ser bajo, incluso hasta el punto de ser inferior a los costos de producción".

Los procesadores y fabricantes con sede en China que venden productos a precios inferiores a los costos a competidores desfavorables son una realidad en los negocios de la industria con sede en Estados Unidos, coincidieron el director ejecutivo de Lithium Americas, Jonathan Evans, el vicepresidente ejecutivo de MP Materials, Matthew Sloustcher, y el director ejecutivo de Niron Magnetics, Jonathan Rowntree.

Justo este mes, dijo Sloustcher, el director ejecutivo de CATL, Robin Zeng Yuqun, no solo reconoció que los "precios predatorios" eran una práctica comercial estándar exigida por el PCCh, sino que CATL "ahora estaba deteniendo la producción... ya que lograron su objetivo de reducir los precios del litio" para eliminar la competencia y ahora aumentarían los precios.

Los ejecutivos elogiaron las iniciativas de la administración Trump para asignar al menos mil millones de dólares en dinero federal para adquirir participaciones en empresas mineras y de procesamiento para avanzar en proyectos.

Los ejemplos incluyen la participación del 5 por ciento del Departamento de Energía en Lithium Americas y la participación del 5 por ciento en su proyecto de Nevada, y su participación del 10 por ciento en el desarrollo mineral de Alaska de Trilogy Metals; y la participación del 15 por ciento del Departamento de Guerra (DOW) y la compra de acciones por US$400 millones en MP Materials.

Pero varios panelistas se preguntaron si esto es demasiado poco y demasiado tarde.

"Estamos en una situación desesperada", dijo el representante Carlos Giménez (R-FL.). "No creo que lleguemos a competir con los chinos. De verdad que no. Solo creo que si lo intentamos, tomarán medidas para asegurarnos de que fracase. Nos impondrán un embargo o lo que sea y luego nos daremos por vencidos, y ya está".

<em>Cargadoras de ruedas cargan camiones con mineral en la mina de tierras raras de MP Materials en Mountain Pass, California, el 30 de enero de 2020. Hasta este verano, era la única mina de tierras raras en Estados Unidos. (Steve Marcus/Reuters)</em>Cargadoras de ruedas cargan camiones con mineral en la mina de tierras raras de MP Materials en Mountain Pass, California, el 30 de enero de 2020. Hasta este verano, era la única mina de tierras raras en Estados Unidos. (Steve Marcus/Reuters)

Productores estadounidenses en la mira

Los ejecutivos ofrecieron información sobre cómo el PCCh está utilizando sus operaciones para llevarlos a la quiebra. "La historia de Magnequench", confirmaron, "no es un relato aislado, sino una antología".

La mina Mountain Pass de California fue la mayor productora mundial de tierras raras desde mediados de la década de 196o hasta la de 1980, antes de que los procesadores con sede en China hicieran bajar los precios del mercado, mientras que las presiones regulatorias elevaban los costos operativos. Tras su cierre en 2002, no existían minas de tierras raras en funcionamiento en Estados Unidos.

La creación dura la era Obama de un fondo del Departamento de Defensa para subsidiar la reapertura de Mountain Pass por parte de Molycorp fue un precursor fundamental de los esfuerzos de todo el gobierno por parte de administraciones sucesivas, galvanizados como una prioridad urgente con el regreso de Trump a la Casa Blanca en 2025.

Sin embargo, a pesar de los subsidios del Departamento de Defensa, Molycorp se declaró en quiebra en 2015. La mina languideció hasta 2017, cuando MP Materials la compró.

Sloustcher recordó que cuando MP Materials adquirió Mountain Pass, "se encontraba bajo la supervisión de un juez federal. No existía un sistema de contabilidad ni una infraestructura corporativa; literalmente, ocho personas. En Estados Unidos no existían actividades de minería, refinación ni fabricación de imanes".

Dijo que MP Materials enfrentaba dos desafíos inmediatos.

"En los primeros años de nuestra actividad, producíamos concentrados minerales en Mountain Pass que solo podía venderse en China, el único mercado con capacidad de refinación", afirmó. "Reinvertimos las ganancias para desarrollar la capacidad de refinación en Mountain Pass, pero, mientras nos preparábamos para el lanzamiento, los precios del neodimio y el praseodimio... se desplomaron a dos niveles por debajo incluso del costo de producción más bajo de China. Esa política de precios depredadores desanimó la inversión y mantuvo el capital escaso".

La participación del 15 por ciento de la administración Trump y la compra de acciones por 400 MDD en MP Materials, en poder del DOW, ha fomentado una "creciente inversión industrial en otras partes", dijo Sloustcher, como "Apple siguió poco después con su propia inversión de 500 MDD" en la planta de imanes para baterías de MP Materials cerca de Fort Worth, Texas.

El PCCh se ha comprometido a cerrar Mountain Pass siguiendo su estrategia, declaró Krishnamurthy. En 2024, redujo drásticamente el precio del NdPr (neodimio y praseodimio), esencial en los imanes permanentes superduros, de aproximadamente 170 dólares por kilogramo a unos 49 dólares por kilogramo, donde se mantiene actualmente.

Los subsidios federales y la creciente inversión privada demuestran "que tenemos una determinación significativa" para resistir la manipulación del PCCh y "en nuestro caso, [los precios depredadores] han sido efectivamente eliminados de la mesa", dijo Sloustcher.

"Hoy en día, contamos con la segunda mina de tierras raras más grande del planeta. Contamos con la refinería de tierras raras más grande del hemisferio occidental. Tenemos producción de metales a nivel comercial y nos estamos preparando para la producción de imanes a gran escala en Texas", afirmó.

El PCCh también está tratando de sacar del negocio las operaciones de litio que no son de propiedad china, dijo Evans, citando la participación del 5 por ciento del Departamento de Energía en Lithium Americas y la participación del 5 por ciento en su proyecto minero de Nevada, y una subvención de 225 MDD para el proyecto de extracción de salmuera de litio del suroeste de Arkansas de Standard Lithium, como vitales.

"Ambos proyectos podrían haber avanzado mucho más rápido si los chinos no se hubieran confabulado durante los últimos tres años para deprimir los precios del litio a un mínimo histórico", afirmó. Lithium Americas "podría haber estado en construcción hace un año y medio" de no ser por la manipulación del PCCh, añadió.

Las corporaciones con sede en China controlan cuatro de las cinco principales minas de litio del mundo y el 70 por ciento de la capacidad de procesamiento global, señala el informe, pero Evans digo que entre Estados Unidos, Canadá, Australia, Chile y Bolivia, el PCCh puede ser frustrado.

Entre Nevada y la región de Arkansas-Texas, tenemos reservas mucho mejores que las de China. Podríamos ser un proveedor global de clase mundial y de gran envergadura de productos químicos refinados con litio en este país y usurpar la manipulación china, afirmó.

<em>El logotipo de GM en la fachada de la sede de General Motors en Detroit, Michigan, el 16 de marzo de 2021. (Reuters/Rebecca Cook/Foto de archivo)</em>El logotipo de GM en la fachada de la sede de General Motors en Detroit, Michigan, el 16 de marzo de 2021. (Reuters/Rebecca Cook/Foto de archivo)

Innovaciones y alternativas

Entonces, la pregunta es, ¿qué hacemos al respeto? —preguntó Krishnamoorthi—. Extraer y procesar más tierras raras es solo una parte de la solución. También necesitamos alternativas que potencialmente eviten por completo el uso de tierras raras.

"¿No sería más barato dedicarnos a desarrollar alternativas a toda máquina que intentar alcanzar a los chinos? Creo que los chinos llevan tanta ventaja que nos es imposible alcanzarlos", dijo Giménez.

En cambio, sugirió que el país debería centrarse más en invertir en alternativas. ¿Existen alternativas a estas tierras raras... en el futuro?

Sí, dijo Rowntree de Niron Magnetics, señalando que su compañía con sede en Minneapolis es "pionera en los primeros imanes permanentes de alto rendimiento y libres de tierras raras del mundo" con hierro y nitrógeno, materiales abundantes "que ninguna potencia extranjera puede monopolizar o restringir".

El Departamento de Energía ha invertido más de $52.2 millones en subvenciones y créditos fiscales en Niron desde su fundación en 2014 por el profesor Jian-Ping Wang de la Universidad de Minnesota.

"Desarrollamos este nuevo tipo de tecnología magnética durante 12 años, el primer material magnético nuevo comercializado en 30 años", dijo Rowntree, señalando que elimina "la necesidad de minería de tierras raras, instalaciones de separación química y procesamiento metalúrgico complejo".

Esos compromisos fundamentales han impulsado a "inversores institucionales, incluidos GM, Stellantis y Samsung", a invertir más de 300 millones de dólares "en ampliar la tecnología", dijo.

En octubre, Niron inició la construcción de una planta que producirá hasta 1500 toneladas de imanes permanentes al año para 2027.

"Estamos evaluando sitios para una segunda instalación de 10,000 toneladas por año", dijo Rowntree.

Las plantas prestarán servicios a "fabricantes de automóviles estadounidenses, empresas tecnológicas, contratistas de defensa y empresas energéticas, creando cientos de empleos altamente cualificados", afirmó.

Niron "tuvo la suerte" de estar "en el lugar correcto en el momento correcto", dijo Rowntree, y podría servir como modelo para iniciativas público-privadas similares destinadas a llevar la innovación al mercado.

"Hay otras alternativas que es necesario desarrollar e invertir, pero no es necesariamente una solución rápida", dijo. "Necesitamos invertir en estas alternativas ahora".

Krishnamoorthi estuvo de acuerdo.

"Si queremos romper el control de China, necesitamos un enfoque de colaboración general. Esto también implica financiar la investigación", afirmó.

¿Podría la batería de Niron "mantener nuestra economía en marcha" si "el PCCh corta por completo las exportaciones de tierras raras a los EE. UU."?, preguntó.

Sí, dijo Rowntree.

"Estados Unidos ya cuenta con todo lo necesario para construir una cadena de suministro de imanes segura, resiliente y diversificada", afirmó. "La industria y la innovación estadounidense han generado soluciones de eficacia comprobada. La política federal debe ahora alinearse con la necesidad estratégica".


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