Agricultores de la región norte del estado mexicano de Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos, bloquearon nuevamente este miércoles cinco cruces fronterizos y carreteras federales para exigir al gobierno federal frenar la reforma a la Ley de Aguas Nacionales y garantizar precios justos para la producción agrícola.
Los manifestantes advirtieron que, de no haber diálogo, el país podría enfrentar escasez de alimentos, afectaciones en el transporte y un daño estructural a la base productiva del campo mexicano.
La nueva Ley General de Aguas indica que las concesiones para el uso del líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la que las distribuya de nuevo.
Abraham Kimbal Stoops, de la comunidad Galeana, aseguró que la movilización responde a un llamado urgente para evitar el colapso del sector primario.
“Estamos apoyando a todos nuestros productores y choferes que están batallando para mantener sus precios. Dependemos del campo para comer y para que todo llegue a nuestras mesas”, señaló a EFE.
El agricultor enfatizó que la crisis del agua es el factor más crítico. “Si no tenemos agua, no hay agricultura; si no hay agricultura, no hay transportistas, y si no hay transportistas, no tenemos comida. Todo empieza aquí”, dijo.
Kimbal acusó al gobierno federal de no cumplir su función de representación y ante la posibilidad de un paro prolongado, reconoció que podrían darse problemas de suministro, "existe la posibilidad de que escaseen los productos básicos, pero por eso hacemos esta manifestación pacífica: para evitar que eso pase”.
Armando Esparza Peña, autoridad de la comunidad de Samalayuca, explicó que la falta de respuesta del gobierno federal los llevó a retomar los bloqueos.
“No nos dieron una respuesta favorable a la nueva ley del agua. Es injusto que acabe con las herencias de nuestros abuelos. Si todos los campesinos dejamos de sembrar, el país es el que la va a llevar”, aseguró.
Esparza señaló que las protestas no buscan afectar a la ciudadanía, sino advertir sobre un escenario grave si el gobierno no rectifica y afirmó que los agricultores ya no exigen apoyos económicos, sino simplemente que las autoridades “no estorben”
Sobre el riesgo de desabasto, Esparza fue tajante “Sí puede pasar. En décadas nunca se había hecho un paro nacional de esta índole. No están aceptando nuestras peticiones y eso nos preocupa”, añadió.
También pidió investigar a grandes empresas agroindustriales por presunto acaparamiento de agua. “Queremos apoyar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pero de cierta forma que no nos moleste tanto al sector agrícola, ganadero y al consumo humano. Si hay anomalías, que las autoridades denuncien formalmente”.
Los representantes del campo en Chihuahua confirmaron que enviaron voceros a negociaciones en Ciudad de México, pero hasta ahora no han recibido respuesta favorable.
Las protestas forman parte del paro nacional agrícola, que busca frenar la iniciativa de Ley General de Aguas y exigir condiciones justas de producción ante el aumento de costos, la falta de apoyos y la inseguridad en carreteras.
Mientras tanto, los bloqueos continúan afectando el tránsito fronterizo, la industria maquiladora y el flujo comercial binacional, en una región donde la agricultura, el transporte y la exportación dependen estrechamente unos de otros.
La discusión legislativa del nuevo marco jurídico del agua continua, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías recurrentes, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola, que consume cerca del 75 % del agua disponible para consumo.














