El vicepresidente JD Vance advirtió el jueves que los viajes durante las fiestas serán un desastre si no se levanta el cierre del gobierno.
"Podría ser un desastre, de verdad que podría serlo", dijo Vance durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el 30 de octubre. "En ese caso, estamos hablando de personas que han perdido tres o cuatro cheques de pago salarial. ¿Cuántos de ellos no se presentarán a trabajar?".
Tras una reunión a puerta cerrada con líderes del sector de la aviación, Vance expresó su preocupación sobre cómo el cierre afectará a la industria del transporte aéreo.
El vicepresidente predijo que la espera en los controles de seguridad sería de cuatro horas e insinuó que los empleados esenciales, que han estado trabajando sin cobrar desde que comenzó el cierre el 1 de octubre, podrían dejar sus puestos para buscar trabajos que les permitan pagar sus facturas. Entre estos empleados se incluyen controladores de tráfico aéreo, agentes de seguridad del transporte, técnicos y pilotos.
"Les preocupa que las demoras lleguen a un punto en el que sea muy, muy difícil para los estadounidenses volar", dijo Vance.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, quien asistió a la mesa redonda, se hizo eco de estas preocupaciones durante la conferencia de prensa y advirtió sobre "enormes problemas" para la industria de la aviación si el gobierno no reabre.
"Nuestro tráfico aéreo se colapsará. Será un desastre para la aviación".
Duffy sugirió que octubre suele ser un mes con menos tráfico aéreo, y que las demoras que han estado experimentando los estadounidenses son "mínimas" en comparación con lo que podría ocurrir en noviembre y diciembre.
"A medida que nos acercamos a noviembre, los viajes aumentan, ya que la gente empieza a planear visitar a sus familias [para el Día de Acción de Gracias]", dijo.
"Los jóvenes regresan de la universidad y, si no hay controladores aéreos que reciban su salario, tal vez quieran seguir trabajando, pero no podrán. Tendrán que buscar un segundo empleo y se producirán graves problemas en todo el espacio aéreo. La gente no podrá desplazarse de un lugar a otro".
Más de 13,000 controladores aéreos y miles de agentes de seguridad del transporte han estado trabajando sin cobrar desde que comenzó el cierre. Esta semana no recibieron su primer sueldo completo.
El secretario de transporte afirmó que ninguno de los trabajadores estará en una situación económica estable tras dos pagos perdidos.
"No se trata solo de la hipoteca y el pago del automóvil, que son muy reales", dijo Duffy. "También compran comida, viajan de 30 a 45 minutos a las torres o los centros, así que tienen que comprar gasolina. Tienen hijos que quieren jugar al fútbol, al voleibol o al tenis, y no pueden permitirse los gastos básicos para los que necesitan esos salarios".
"Cada día que dure el cierre, surgirán más dificultades", afirmó.
El director ejecutivo de United Airlines, Scott Kirby, quien asistió a la mesa redonda, instó a los legisladores de ambos partidos a negociar y aprobar una resolución de financiación provisional "sin enmiendas" que mantenga las prioridades y el gasto del gobierno en los niveles actuales.
Los demócratas del Senado han bloqueado en 13 ocasiones el proyecto de ley provisional de los republicanos para financiar al gobierno. Declararon que las prórrogas de los subsidios de Obamacare que expiran deberían incluirse en cualquier plan para reabrir el gobierno. La Casa Blanca y los republicanos rechazaron esta demanda, argumentando que las negociaciones sobre las reformas de la salud son independientes de las medidas de financiación del gobierno.
Vance, Duffy y Kirby instaron a los legisladores a reabrir el gobierno de inmediato.
The Epoch Times solicitó a la Casa Blanca la lista completa de líderes de la industria de la aviación que asistieron a la mesa redonda del jueves.
La mesa redonda se reunió minutos después de que se anunciara una demora en tierra de 90 minutos en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan de Washington debido a la escasez de personal, según el sitio web de la FAA.
Los aeropuertos de Filadelfia, Nueva York y Nueva Jersey sufrieron demoras en tierra el jueves, ajenas a la falta de personal. En cambio, el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, junto con otros aeropuertos de la zona, experimentó demoras de más de cuatro horas debido al mal tiempo.
