El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para reforzar la seguridad de Estados Unidos frente a las amenazas que plantean los drones y fomentar la innovación en la fabricación de tecnología nacional para drones.
Michael Kratsios, director de la Oficina de Política Científica y Tecnológica de la Casa Blanca, afirmó que la orden del 6 de junio tiene por objeto eliminar el uso ilegal de drones en todo el país y ayudar a las fuerzas del orden a ejercer un mayor control sobre el espacio aéreo nacional.
«La administración está tomando medidas enérgicas contra el uso ilegal de drones, ordenando a un grupo de trabajo federal que garantice el control estadounidense sobre el espacio aéreo estadounidense y dando prioridad a la detección e identificación de drones en tiempo real», declaró Kratsios a los periodistas durante una rueda de prensa celebrada el 6 de junio.
La orden se produce menos de una semana después de que el peligro que representan los drones comerciales quedara al descubierto tras los ataques ucranianos contra bases aéreas rusas.
En los ataques, agentes de inteligencia ucranianos utilizaron más de 100 drones comerciales de bajo coste para destruir entre 10 y 12 bombarderos nucleares rusos y dañar muchos más aviones.
Sebastian Gorka, director senior de contraterrorismo del Consejo de Seguridad Nacional, afirmó que la nueva orden de Trump ayudaría a proteger mejor las instalaciones estadounidenses de ataques similares, al tiempo que fomentaría una mayor innovación comercial en la industria de los drones.
«Los drones son una tecnología disruptiva», afirmó Gorka. «Tienen un potencial increíble tanto para el bien como para el mal».
«El momento [de la orden] no podría ser mejor, teniendo en cuenta lo que hemos presenciado con la notable operación con drones que tuvo lugar hace solo unos días en Rusia», añadió.
Gorka afirmó que la orden ayudaría a Estados Unidos a proteger mejor sus instalaciones militares, infraestructuras críticas y concentraciones masivas, como conciertos y eventos deportivos, de los ataques con drones.
Con ese fin, la orden ejecutiva establece un grupo de trabajo federal para revisar y modernizar los marcos normativos del país en materia de drones y fomenta la publicación más oportuna de una lista de fabricantes extranjeros de drones considerados un riesgo para la seguridad nacional.
A nivel policial, los Departamentos de Justicia y Seguridad Nacional se encargarán de integrar las tecnologías antidrones en los grupos de trabajo conjuntos contra el terrorismo, así como de crear un centro de formación para dotar a los agentes de las herramientas y los conocimientos necesarios para proteger las concentraciones masivas de ataques con drones.
Del mismo modo, la orden instruye al FBI para que establezca un sistema de delegados para formar a los organismos policiales estatales, locales y tribales en operaciones contra drones y abra oportunidades de subvención a los organismos no federales que deseen adquirir drones de fabricación estadounidense.
Por último, la orden instruye a la Administración Federal de Aviación para que acelere su proceso de elaboración de normas para restringir los vuelos de drones sobre lugares sensibles y para que el Gobierno detecte e identifique los drones en tiempo real utilizando tecnologías de identificación remota.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo en una rueda de prensa que la amenaza que representan los drones comerciales para los ciudadanos estadounidenses es un problema cada vez más acuciante.
Según el funcionario, los drones se utilizan con frecuencia para transportar drogas a través de la frontera sur y para vigilar al personal militar y de protección fronteriza en esa zona.
El funcionario añadió que ya se produjeron ocho casos penales relacionados con el uso de drones como armas en Estados Unidos, tres casos más en los que ciudadanos chinos utilizaron drones para vigilar instalaciones militares sensibles de Estados Unidos y numerosos incidentes de drones sobrevolando eventos deportivos.
Con ese fin, dijo el funcionario, la última orden ejecutiva de Trump fomentará una mayor adaptación a las amenazas de los drones en todos los ámbitos, al tiempo que preservará la innovación al promover la reducción de las regulaciones comerciales.
«Realmente vemos tres espacios de misión diferentes. Están las amenazas a la seguridad nacional, como la frontera, las amenazas a la seguridad nacional, como el espionaje [y] el terrorismo; y luego, están las amenazas genéricas a la seguridad pública por parte de personas descuidadas y desinformadas», afirmó el funcionario.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí