El juez Luiz Fux del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil aseguró el 10 de septiembre durante el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro por un presunto golpe de Estado, que el Tribunal no está preparado para condenarlo y votó por anular el juicio.
"No le corresponde al Tribunal Supremo Federal emitir un juicio político sobre lo que es bueno o malo, conveniente o inconveniente, apropiado o inapropiado. Le corresponde a este tribunal determinar qué es constitucional o inconstitucional, legal o ilegal", dijo Fux durante la lectura de su votación en el juicio.
“Con la misma cautela y responsabilidad que guían la jurisdicción constitucional, el Poder Judicial debe ejercer también su papel en el ámbito penal”, añadió.
Fux es el tercero en votar entre los cinco jueces que tendrán que hacerlo. Los jueces Alexandre de Moraes y Flávio Dino votaron el 9 de septiembre a favor de condenar a Bolsonaro y a siete de sus colaboradores, por presuntos "actos contrarios al Estado Democrático de Derecho" con un supuesto intento de golpe de Estado en enero de 2023, tras la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales.

Poco después de que el juez De Moraes emitiera su voto, el senador brasileño Flávio Bolsonaro, pidió que se suspenda el juicio contra su padre hasta que concluya la investigación.
"[El ministro Moraes] parecía el líder del gobierno del PT [Partido de los Trabajadores] en la Suprema Corte, pronunciando palabras sin ninguna base legal, sin ninguna conexión con absolutamente ninguna prueba, como si estuviera allí tomando venganza, porque, en su mente, parece que Jair Bolsonaro quería matarlo", dijo el hijo del expresidente este martes según el medio estatal Agência do Brasil.
El senador Bolsonaro, quien además es abogado y empresario, acusó al juez De Moraes de "manipulación procesal", aduciendo que había presentado "pruebas" que demuestran la inocencia del expresidente y que las enviará a todos los magistrados del STF.
"Que se abra una investigación y se suspenda este juicio en curso hasta que concluya esta investigación por el bien de la democracia", añadió.
Los otros siete acusados son Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia Abin; Almir Garnier, excomandante de la Armada; Anderson Torres, exministro de Justicia; Augusto Heleno, exministro del GSI (Gabinete de Seguridad Institucional); Mauro Cid, exayudante de campo de la Presidencia; Paulo Sérgio Nogueira, exministro de Defensa; y Walter Braga Netto, exministro de la Casa Civil.
El grupo está acusado de intentos de abolición violenta del Estado de derecho democrático, golpe de Estado, participación en una organización criminal armada, daños agravados y daños al patrimonio histórico, según el STF.

El expresidente Bolsonaro negó las acusaciones, calificando el juicio en su contra como "una verdadera CACERÍA DE BRUJAS, una persecución descarada contra mí y contra los millones de brasileños a quienes represento y a quienes doy voz".
El expresidente enjuiciado permanece en prisión domiciliaria desde el 4 de agosto tras una orden emitida por el juez De Moraes por incumplir una medida cautelar y no esta obligado por la ley para asistir al juicio en su contra.
Las presentaciones de los abogados de la acusación y la defensa se pronunciaron en los primeros días del juicio que inició el 2 de septiembre. Las votaciones de los jueces iniciaron el 9 de septiembre y las sesiones del juicio continuarán este 10 de septiembre y 2 días después, el 12 de septiembre, como lo estableció el juez Cristiano Zanin y de acuerdo al calendario de la secretaría de la Primera Sala.
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