Las autoridades del suburbio de Glendale, en Los Ángeles, anunciaron que rescinden su contrato con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) debido a la reacción pública tras varios días de disturbios y protestas en toda la ciudad.
En un comunicado, la ciudad de Glendale dijo que rescinde «formalmente» su contrato con el ICE para retener a inmigrantes detenidos por las autoridades federales en unas instalaciones del Departamento de Policía de Glendale, y calificó la medida como una «decisión local» que «no se tomó a la ligera».
«Desde 2007, la ciudad mantiene unas instalaciones altamente reguladas y controladas a nivel local que cumplen con los más altos estándares y garantizan la dignidad básica de las personas detenidas temporalmente, asegurándoles acceso a alojamientos limpios, atención médica de guardia, visitas familiares y asesoría legal. Al ofrecer acceso local, los detenidos disponían de la proximidad necesaria para garantizar el debido proceso, algo que a menudo falta en los centros de detención más remotos o gestionados por empresas privadas», afirma el comunicado.
Pero la «percepción pública del contrato con el ICE... se ha vuelto divisiva» en los últimos días, «independientemente del bien» que haya hecho la instalación o de cómo se haya «gestionado cuidadosamente», según el comunicado.
«Y aunque las opiniones sobre este tema pueden variar, la decisión de rescindir este contrato no tiene motivaciones políticas. Se basa en los valores que defiende esta ciudad: la seguridad pública, la responsabilidad local y la confianza».
La ciudad, que es la cuarta más grande del condado de Los Ángeles, añadió que su departamento de policía no participa en la aplicación de las leyes federales de inmigración.
«También es nuestro deber garantizar que los residentes y las empresas de Glendale no sufran las consecuencias del comportamiento indisciplinado e ilegal de otros. En el futuro, las instalaciones seguirán atendiendo las necesidades de las fuerzas del orden locales sin participar en las medidas federales de detención», afirmaron las autoridades.
Las autoridades federales de inmigración han intensificado las detenciones en todo el país en los últimos días, después de que el presidente Donald Trump hiciera campaña el año pasado a favor de la deportación masiva de inmigrantes ilegales.
Funcionarios de Seguridad Nacional dijeron en los últimos días que el ICE se centra principalmente en los inmigrantes ilegales con antecedentes penales.
Decenas de manifestantes se reunieron la noche del 6 de junio frente a un centro de detención federal en Los Ángeles, donde, según los abogados, habían sido trasladados los detenidos, coreando «libertad, que se queden».
El domingo, el zar de la frontera, Tom Homan, le dijo a Fox News que el ICE se estaba centrando en los extranjeros ilegales con antecedentes penales. Afirmó que una operación del ICE en Los Ángeles había dado lugar a la detención de miembros de una banda, un «depredador sexual» y un ladrón armado condenado.
«Ese día hicimos que Los Ángeles fuera más seguro», declaró Homan al medio de comunicación. «Pero ustedes no oyen nada de eso».
Altos funcionarios de California, entre ellos el gobernador Gavin Newsom, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y legisladores demócratas, acusaron a Trump de avivar la violencia al enviar a la Guardia Nacional. Durante el fin de semana, Trump firmó un memorándum para desplegar miembros de la Guardia en Los Ángeles, y funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional confirmaron posteriormente que habían sido enviados para proteger instalaciones federales.
La policía dispara proyectiles durante enfrentamientos con manifestantes en el centro de Los Ángeles, el 8 de junio de 2025. (Jim Vondruska/Getty Images)Newsom dijo el domingo que había enviado una carta a la administración solicitando la retirada de las tropas de la Guardia Nacional en el condado de Los Ángeles, afirmando que los funcionarios «no tenían ningún problema hasta que Trump se involucró».
«Se trata de una grave violación de la soberanía estatal, que exacerba las tensiones y retira recursos de donde realmente se necesitan. Retiren la orden. Devuelvan el control a California», escribió Newsom en las redes sociales.
El Departamento de Policía de Los Ángeles ordenó el domingo por la noche a los manifestantes y alborotadores que se marcharan a sus casas, declarando todo el centro de Los Ángeles como lugar de reunión ilegal.
La policía de Los Ángeles afirmó que algunos manifestantes habían lanzado proyectiles de hormigón, botellas y otros objetos contra los agentes. La policía declaró varias concentraciones como reuniones ilegales y más tarde amplió la medida para incluir todo el centro de la ciudad.
Con información de Reuters
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