La administración Trump movilizó a 700 marines estadounidenses en servicio activo desde la base de Camp Pendleton, en California, a Los Ángeles, en medio de las protestas y disturbios por la inmigración en la ciudad, según informaron fuentes militares.
El Comando Norte de los Estados Unidos (NORTHCOM) dijo en un comunicado el lunes que los marines «se integrarán perfectamente» con las tropas «que protegen al personal federal y la propiedad federal en el área metropolitana de Los Ángeles».
Anteriormente, un alto funcionario de la administración Trump dijo a The Epoch Times que los marines estaban siendo enviados a Los Ángeles debido al aumento de las amenazas contra edificios federales y funcionarios federales en la ciudad durante los disturbios.
Un portavoz dijo a The Epoch Times que los 700 marines llegarán a Los Ángeles en algún momento del martes.
NORTHCOM dijo en un comunicado el domingo que alrededor de 500 marines estarían en espera, después de que el presidente Donald Trump ya autorizara el despliegue de la Guardia Nacional en la ciudad.
En una publicación en X, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, también dijo que los marines estaban en «alerta máxima», lo que provocó la reacción del gobernador de California, Gavin Newsom, y otros funcionarios demócratas.
Newsom escribió en una publicación en X que el gobierno federal está «amenazando con desplegar marines en servicio activo en suelo estadounidense contra sus propios ciudadanos».
«Es un comportamiento desquiciado», afirmó, lo que provocó una respuesta de Hegseth en las redes sociales.
El jefe del Pentágono escribió el domingo por la mañana que Newsom y los funcionarios locales han permitido que Los Ángeles «ardiera» y que «las fuerzas del orden fueran atacadas» por los alborotadores, sugiriendo que es necesario desplegar a los marines para sofocar cualquier disturbio.
Los marines estadounidenses han sido desplegados en el país en casos de catástrofes como el huracán Katrina y los atentados del 11 de septiembre de 2001. Son conocidos por ser «los primeros en llegar y los últimos en marcharse» en las intervenciones militares estadounidenses en el extranjero, pero se considera poco habitual que las tropas militares estadounidenses se utilicen para asuntos policiales internos.
En un memorándum emitido el sábado, el presidente Donald Trump autorizó el despliegue de miembros de la Guardia Nacional.
Mientras hablaba con los periodistas junto al secretario de Estado Marco Rubio el domingo, el presidente tampoco descartó invocar la Ley de Insurrección.
Trump dijo el lunes que sentía que no tenía más remedio que ordenar el despliegue para evitar que la violencia se descontrolara.
Según el NORTHCOM, se han desplegado unos 300 miembros de la Guardia Nacional de California en tres puntos de la zona de Los Ángeles. El Departamento de Seguridad Nacional ha declarado que la misión de la Guardia es proteger los edificios federales.
«Vamos a demandar a Donald Trump», escribió Newsom en respuesta al despliegue de la Guardia en un mensaje publicado en X. «Se trata de una crisis fabricada. Está creando miedo y terror para hacerse con el control de la milicia estatal y violar la Constitución de los Estados Unidos».
El lunes por la tarde, el fiscal general de California, Rob Bonta, dijo que su oficina va a presentar una demanda contra la administración por el despliegue de la Guardia Nacional. Él y Newsom argumentaron que la decisión se tomó sin la autorización de Newsom y va en contra de los deseos de las fuerzas del orden locales.
«Que quede claro: no hay invasión. No hay rebelión. El presidente está tratando de fabricar caos y crisis sobre el terreno para sus propios fines políticos», dijo Bonta en un comunicado.
La demanda de California acusa a Trump de excederse en sus competencias legales y pide a un tribunal que declare ilegales sus acciones.
En medio de una disputa pública entre Newsom y el zar de la frontera de la Casa Blanca, Tom Homan, un periodista preguntó a Trump en la Casa Blanca si Homan debería arrestar al gobernador.
«Yo lo haría si fuera Tom. Creo que es genial», respondió Trump. «A Gavin le gusta la publicidad, pero creo que sería algo estupendo».
Mientras tanto, tanto la Casa Blanca como los republicanos en el Congreso han argumentado que las protestas contra la aplicación de las leyes de inmigración sugieren que es necesario aprobar el Gran y Hermoso Proyecto de Ley, ya que aumentará la financiación para la seguridad fronteriza. El proyecto de ley se está debatiendo actualmente en el Senado.
«La anarquía que se vive en Los Ángeles es OTRA razón por la que debemos aprobar INMEDIATAMENTE el Gran y Hermoso Proyecto de Ley», escribió el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnston (R-La.) en X.
Trump se ha comprometido a deportar a un número récord de personas que se encuentran en el país de forma ilegal y a cerrar la frontera entre Estados Unidos y México, fijando al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas el objetivo diario de detener al menos a 3000 migrantes.
Con información de Emel Akan, Iris Tao, de NTD, y Reuters.
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