Al menos 60 personas fueron detenidas el domingo tras las protestas contra las redadas federales de inmigración en San Francisco se intensificaran y se tornaran violentas, según el Departamento de Policía de San Francisco (SFPD).
La policía dijo que los agentes comenzaron a monitorear la concentración cerca de las calles Sansome y Washington alrededor de las 7 de la noche del 8 de junio, cuando los manifestantes participaban en "actividades amparadas por la Primera Enmienda".
La manifestación se intensificó cuando algunos manifestantes presuntamente cometieron agresiones y vandalizaron propiedades, lo que llevó a la policía a declarar ilegal la concentración. Muchas personas abandonaron la zona tras la declaración, según informó la policía en un comunicado.
Varios manifestantes se negaron a abandonar el lugar y continuaron participando en actividades ilegales mientras se dirigían hacia las calles Market y Kearny, donde destrozaron edificios y un vehículo patrulla de la SFPD, según el comunicado.
La SFPD afirmó que sus agentes detuvieron a los manifestantes que se negaron a acatar la orden de dispersión. Tres agentes de policía resultaron heridos durante el incidente y uno de ellos fue trasladado al hospital para recibir atención médica. La policía también incautó un arma de fuego en el lugar de los hechos.
“Las personas siempre pueden ejercer sus derechos de la Primera Enmienda en San Francisco, pero la violencia —especialmente contra agentes del SFPD— nunca será tolerada”, declaró la policía de San Francisco, añadiendo que la investigación del incidente sigue en curso.
Las imágenes compartidas en las redes sociales muestran a la policía antidisturbios formando una barricada para bloquear a los manifestantes reunidos frente a un edificio del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en San Francisco.
El alcalde de San Francisco, Daniel Lurie, dijo que la protesta se ha "calmado" y que la ciudad está trabajando para limpiar los daños y restablecer el servicio de transporte público.
Lurie declaró en una publicación en las redes sociales que su oficina “nunca tolerará comportamientos violentos o destructivos, y que, a medida que la multitud se disolvía, un grupo que permaneció en el lugar causó lesiones a agentes de policía, vandalizó vehículos del sistema Muni y rompió ventanas de negocios locales".

Las protestas contra las redadas del ICE comenzaron en Los Ángeles el 6 de junio, tras la detención de decenas de inmigrantes ilegales en la ciudad como parte de la operación de deportación masiva de la administración Trump. Posteriormente, estallaron protestas esporádicas en Nueva York y San Francisco.
Las autoridades desplegaron a la Guardia Nacional en Los Ángeles mientras las protestas continuaban por tercer día consecutivo el 8 de junio. El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) dijo que varios comerciantes reportaron saqueos durante las protestas.
El presidente Donald Trump ordenó a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, al secretario de Defensa, Pete Hegseth, y a la fiscal general, Pam Bondi, que tomen todas las medidas necesarias “para liberar a Los Ángeles de la invasión migratoria” y poner fin a los disturbios.
"Los Ángeles, una ciudad que en su día fue grande, ha sido invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y criminales”, declaró en Truth Social. “Se restaurará el orden, los ilegales serán expulsados y Los Ángeles será liberada”.
El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró el 8 de junio que solicitó formalmente al gobierno de Trump que retire a las tropas desplegadas en Los Ángeles y las devuelva a su mando.
"No teníamos ningún problema hasta que Trump se involucró. Se trata de una grave violación de la soberanía estatal, que exacerba las tensiones y retira recursos de donde realmente se necesitan", declaró Newsom.
Al menos 27 personas fueron detenidas el 7 de junio tras las protestas. Durante el tercer día de protestas en Los Ángeles, miembros de la Guardia Nacional se enfrentaron a los manifestantes. Según videos, lanzaron gas lacrimógeno a una multitud creciente cerca de un complejo federal en la ciudad.
El enfrentamiento estalló frente al Centro Metropolitano de Detención, en el centro de Los Ángeles, cuando un grupo gritó insultos a los miembros de la guardia, que se alineaban hombro con hombro detrás de escudos antidisturbios de plástico. Cerca del centro de la ciudad, al menos cuatro vehículos autónomos de la empresa Waymo fueron incendiados. A lo largo de la noche también lanzaron granadas aturdidoras para controlar a la multitud.
Con información de Jack Phillips y Joseph Lord.
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