El presidente Donald Trump insta a Israel a mantener un enfoque diplomático con Siria después de que una reciente operación militar israelí cerca de la frontera agravara las tensiones entre los dos vecinos de Oriente Medio.
En un caso poco habitual en el que ha pedido públicamente a Israel que actúe con moderación, Trump afirmó el 1 de diciembre que está "muy satisfecho" con los avances del Gobierno provisional de Siria e insinuó que nuevas acciones militares podrían socavar la transición del país tras el colapso del régimen de Bashar al-Assad en 2024.
"Es muy importante que Israel mantenga un diálogo sólido y sincero con Siria, y que no ocurra nada que interfiera en la evolución de Siria hacia un Estado próspero", escribió Trump en una publicación en Truth Social.
"El nuevo presidente de Siria, Ahmed al-Sharaa, está trabajando diligentemente para garantizar que sucedan cosas buenas y que tanto Siria como Israel tengan una relación duradera y próspera".
Al-Sharaa, un antiguo comandante rebelde que en su día fue buscado por Estados Unidos por terrorismo, se enfrenta al reto de restaurar un Estado sirio unificado después de que sus fuerzas derrocaran el régimen de cinco décadas de la familia Assad en diciembre de 2024.
Trump ha depositado grandes expectativas en al-Sharaa y en el papel de su Gobierno a la hora de sentar las bases de lo que, según él, podría ser una paz duradera en Medio Oriente.
El 10 de noviembre, Trump recibió a Al-Sharaa en la Casa Blanca y levantó las sanciones relacionadas con el terrorismo impuestas a Damasco.
Funcionarios del Gobierno de transición de Al-Sharaa e Israel se han reunido en múltiples ocasiones en conversaciones mediadas por Estados Unidos con el objetivo de alcanzar un acuerdo de estabilidad fronteriza, pero desde septiembre ha habido pocas novedades sobre el progreso de esas negociaciones.
Las tensiones se reavivaron el 28 de noviembre, cuando seis soldados israelíes resultaron heridos durante una operación cerca de la aldea siria de Beit Jinn, a unos seis kilómetros al este de la zona de amortiguación que separa Israel de Siria a lo largo de los Altos del Golán, controlados por Israel.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que la misión tenía como objetivo "detener a sospechosos" vinculados al grupo terrorista Jamaa Islamiya. Según las FDI, varios combatientes armados abrieron fuego contra las tropas israelíes, lo que provocó una respuesta armada y el apoyo aéreo cercano de helicópteros, drones y aviones de combate.
Las FDI informaron que todos los sospechosos fueron detenidos y "varios terroristas eliminados".
Los medios de comunicación estatales sirios informaron que al menos 13 personas murieron en lo que Damasco calificó como un "auténtico crimen de guerra".
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria acusó a Israel de cometer una "grave agresión" y advirtió de que tales acciones "amenazan la seguridad y la estabilidad de la región", según la agencia de noticias estatal SANA.
Las fuerzas israelíes han mantenido su presencia en algunas zonas de Siria desde la caída del régimen de al-Assad. En julio, las FDI llevaron a cabo una serie de operaciones en la provincia siria de Sweida, que, según el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tenían como objetivo proteger a los miembros de la minoría drusa del país, que han sido blanco de los combatientes beduinos suníes y de los restos de las fuerzas de seguridad alineadas con Assad.
Ni Israel ni Siria han respondido al último mensaje de Trump. El 1 de diciembre, al-Sharaa recibió en Damasco al enviado especial de Trump para Siria, Tom Barrack. Según un comunicado oficial, ambos discutieron "los últimos acontecimientos en la región" y "cuestiones de interés común".
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