La Guardia Costera de Estados Unidos está rastreando un buque militar ruso que fue detectado en aguas internacionales cerca de Oahu, Hawái, a finales de octubre, según anunció la agencia en un comunicado de prensa el jueves.
La rama militar dijo que, el 29 de octubre, detectó el buque ruso aproximadamente a 15 millas al sur de Oahu.
La Guardia Costera dijo que un avión HC-130 Hércules de la Estación Aérea Barbers Point y el buque William Hart de la Guardia Costera "respondieron al buque auxiliar de inteligencia general Kareliya de la Armada de la Federación Rusa".
"Actuando de conformidad con el derecho internacional, el personal de la Guardia Costera está vigilando las actividades del buque ruso cerca de las aguas territoriales de Estados Unidos para garantizar la seguridad marítima de los buques estadounidenses que operan en la zona y apoyar los esfuerzos de defensa nacional de Estados Unidos", dijo la Guardia Costera.
"La Guardia Costera de Estados Unidos supervisa de forma rutinaria la actividad marítima alrededor de las islas hawaianas y en todo el Pacífico para garantizar la seguridad de las aguas estadounidenses", dijo en el comunicado el capitán Matthew Chong, jefe de respuesta del Distrito Oceánico de la Guardia Costera. "En colaboración con sus socios y aliados, sus tripulaciones supervisan y responden a la actividad de buques militares extranjeros cerca de sus aguas territoriales para proteger sus fronteras marítimas y defender sus intereses soberanos".
En el comunicado, la Guardia Costera señaló que el derecho internacional permite a los buques militares extranjeros "transitar y operar fuera de las aguas territoriales de otras naciones, que se extienden hasta 12 millas náuticas desde la costa".
La revelación se produce en un momento en que las tensiones entre Estados Unidos y Rusia han aumentado en las últimas semanas, ya que el presidente Donald Trump se ha enfadado con el presidente ruso Vladimir Putin.
Trump ha buscado poner fin al conflicto en curso entre Rusia y Ucrania, aunque los avances en ese frente han sido lentos, una situación que Trump ha atribuido a la intransigencia de Putin para avanzar en un acuerdo.
También se produce en medio de señales de una escalada en la carrera armamentística entre Estados Unidos y sus adversarios.
La primera detección del buque por parte de la Guardia Costera, el 29 de octubre, se produjo solo dos días después de que Rusia anunciara que había probado un misil de propulsión nuclear, el misil de crucero Burevestnik, que según Moscú tiene un alcance ilimitado y la capacidad de evadir las defensas antimisiles existentes.
A la prueba nuclear de Rusia le siguió al día siguiente una prueba exitosa de misiles de crucero por parte de Corea del Norte, llevada a cabo por el hermético estado comunista apenas unas horas antes de que Trump, entonces en una gira por Asia oriental, partiera hacia una cumbre en Corea del Sur.
Tras estos dos incidentes, Trump ordenó al Pentágono el 29 de octubre que reanudara las pruebas con armas nucleares.
Desde entonces, el secretario de Energía, Chris Wright, ha aclarado que estas pruebas incluirán componentes específicos de armas nucleares, pero no implicarán detonaciones nucleares.
Con información de Reuters.
















