La economía estadounidense está superando las expectativas iniciales para este año, debido al aumento de las inversiones en el sector tecnológico y a la avalancha de importaciones previas a la imposición de aranceles, que han impulsado la actividad y ayudado a compensar la desaceleración de nuevos empleos y la moderación del gasto de los hogares, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el 2 de diciembre, al tiempo que elevaba sus previsiones de crecimiento para Estados Unidos.
En su último informe de perspectivas económicas publicado el martes, el grupo de 38 países declaró que ahora espera que la economía estadounidense crezca un 2 % en 2025, frente al 1.6 % que había previsto en junio.
Este aumento refleja un año en el que la inversión en equipos de procesamiento de información, software y construcción de centros de datos se disparó a niveles excepcionales, proporcionando un colchón económico incluso cuando el aumento de los aranceles, la disminución de la inmigración neta y el cierre del Gobierno a finales de año lastraron la demanda.
La OCDE también amplió su previsión global y ahora prevé que la economía mundial crezca un 3.2 % este año, lo que supone un ligero descenso con respecto al 3.3 % de 2024, pero supera el 2.9 % estimado hace seis meses. Se espera que el crecimiento se reduzca al 2.9 % en 2026, a medida que el impacto total de los aranceles se refleje en los presupuestos familiares, los gastos empresariales y el comercio mundial.
"La economía mundial se ha mostrado resistente este año, a pesar de las preocupaciones por una desaceleración más pronunciada a raíz del aumento de las barreras comerciales y la importante incertidumbre política", dijo el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann; al tiempo que pronosticó que los aranceles se traducirán gradualmente en un aumento de los precios, lo que afectará el consumo y la inversión privada.
La inversión empresarial impulsa el rendimiento superior de Estados Unidos
La OCDE declaró que Estados Unidos está superando a otras economías avanzadas debido, en gran medida, a una inversión excepcionalmente fuerte en tecnologías de la información y la comunicación (TIC) e inteligencia artificial (IA), que se han convertido en un motor clave del crecimiento en 2025.La inversión privada en equipos de TIC como porcentaje del producto interior bruto (PIB) ha aumentado considerablemente, según el informe, y los niveles de gasto de Estados Unidos ahora son aproximadamente 20 veces superiores a los de países como el Reino Unido y Canadá.
Las inversiones en equipos y software de TIC contribuyeron de manera inusualmente significativa al PIB real en la primera mitad del año, que creció a un ritmo anualizado del 1.1 % durante los primeros seis meses de 2025, a pesar del "rápido enfriamiento del crecimiento del empleo y los numerosos obstáculos".
Excluyendo las inversiones relacionadas con la inteligencia artificial —que según el informe "se mantienen en auge"—, el PIB habría caído un 0.1 % durante ese periodo, lo que pone en relieve hasta qué punto el gasto en tecnología ha impulsado la producción total.
El auge va más allá de los equipos. La inversión en la construcción de centros de datos aumentó a un ritmo anual del 21 % en la primera mitad de 2025, lo que representa más del 5 % de toda la construcción no residencial.
Estados Unidos, que ya albergaba el 43 % de la capacidad mundial instalada de centros de datos en 2024, está ampliando esa ventaja a medida que las empresas aceleran el despliegue de tecnologías de IA.
"La fuerte demanda de nuevas inversiones relacionadas con la IA en algunos países, en particular en Estados Unidos, está proporcionando un mayor apoyo a la demanda, compensando los obstáculos derivados de la aplicación gradual de nuevas barreras comerciales, la incertidumbre política aún elevada y la disminución de la inversión residencial", declaró la OCDE.
El consumo se desacelera, pero la economía se mantiene
El consumo privado en Estados Unidos se ha enfriado notablemente desde 2024, ya que el aumento de los aranceles ha elevado los precios de los productos importados y la desaceleración del crecimiento demográfico ha moderado el gasto de los hogares.Según la OCDE el reciente cierre del Gobierno federal también provocó una debilidad temporal en el cuarto trimestre, que debería revertirse parcialmente a principios de 2026. Aun así, la buena tendencia de los mercados bursátiles ha generado ganancias patrimoniales para muchos, lo que ha amortiguado la caída del gasto.
La provisión anticipada también desempeñó un papel importante. La expectativa sobre un aumento de los aranceles provocó una avalancha de importaciones a principios de año, lo que impulsó la actividad industrial y mantuvo las cadenas de suministro en pleno funcionamiento hasta mediados de 2025, a pesar del aumento de las barreras comerciales.
La OCDE señaló que la tasa arancelaria efectiva legislada en Estados Unidos subió del 2.5 % al 14 % desde principios de 2025, aunque la tasa arancelaria observada —calculada a partir de los derechos de aduana como porcentaje del valor de las importaciones— se ubicó en el 10.1 % hasta agosto, lo que sugiere que aún no se ha sentido todo el impacto.
Según el informe, la repercusión de los aumentos arancelarios en los precios al consumo ha sido "relativamente moderada" hasta ahora, lo que sugiere que las empresas han absorbido parte del impacto.
Si bien el valor de las importaciones de productos sujetos a aranceles ha "disminuido significativamente" desde que entraron en vigor los aranceles, la actividad general se mantuvo "bastante resistente" hasta mediados de 2025.
Las perspectivas de Estados Unidos se basan en una combinación de inversiones sólidas y una política fiscal que la OCDE ha calificado de "insostenible". Se prevé que el déficit federal se mantenga en torno al 7.5 % del PIB, a pesar de los nuevos ingresos por aranceles y los recortes en el gasto discrecional no relacionado con la defensa, ya que los gastos vinculados a la Ley One Big Beautiful Bill (La Gran y Hermosa Ley) y la desaceleración del crecimiento económico contrarrestan el ahorro en otras áreas.
Se espera que en 2026 se reanude la flexibilización de la política monetaria, a medida que aumentan los riesgos del mercado laboral y se estabilicen las presiones inflacionistas. La OCDE prevé que la tasa de interés de los fondos federales disminuirá gradualmente hasta ubicarse en un rango del 3.25 % a 3.5 % a finales de 2026, siempre que la inflación muestre signos de volver al objetivo y el empleo no se debilite bruscamente.
Los riesgos para las perspectivas de crecimiento de Estados Unidos "se inclinan a la baja", según el informe, que cita la posibilidad de una fuerte corrección en los mercados de valores —donde las valoraciones se han visto impulsadas por las expectativas de altos rendimientos de la inversión en inteligencia artificial— así como un posible endurecimiento del crédito en el sector bancario paralelo.
La inflación también podría resultar más persistente de lo previsto, y el mercado laboral podría ser más débil de lo esperado.
En el lado positivo, la OCDE considera que los continuos avances en IA, una mayor relocalización de la capacidad de fabricación o un gasto de los hogares más resistente podrían impulsar el crecimiento por encima de las previsiones de referencia. Añadió que los cuellos de botella en la vivienda y las infraestructuras, así como la persistente escasez de mano de obra en industrias clave, seguirán siendo limitaciones estructurales para la producción estadounidense a largo plazo.
La OCDE prevé que la economía estadounidense crecerá a un ritmo del 2 % en 2025 y del 1.7 % en 2026, para repuntar hasta el 1.9 % en 2027.
















